La destitución de Luis Miguel Ramis como entrenador del RCD Espanyol es la consecuencia de un nuevo fracaso que inscribir en el debe de los proyectos deportivos fallidos desde que Chen Yansheng aterrizó en la entidad blanquiazul. Manolo González, hasta ahora preparador del filial perico, su sustituto, es el tercer preparador que pasa por el banquillo del primer equipo espanyolista este convulso curso, en una nueva temporada en que se han sucedido los cambios de rumbo en materia de dirección técnica. El motivo de la destitución de Ramis ha sido según la propia entidad “la dinámica del primer equipo en las últimas jornadas de la competición”, a pesar de que los blanquiazules son terceros en LaLiga Hypermotion a un punto de la segunda plaza y el ascenso directo. Sin embargo, esta vez han pesado más las pésimas sensaciones que transmitía el equipo, el hartazgo de un entorno que esta vez ha aplaudido unánimemente la decisión de prescindir del técnico, y también el miedo viendo que a falta de sólo doce jornadas para la finalización del campeonato el objetivo del ascenso no estaba ni mucho menos asegurado.
Ciertamente, desde que Ramis se hizo cargo del equipo el pasado 6 de noviembre, en sustitución de Luis García, ni la propuesta futbolística, muy pobre en especial lejos de casa, ni los resultados, mediocres, han permitido dar ese paso adelante en la tabla que se quería dar con su contratación. Los dos últimos partidos del equipo se han saldado con un empate en casa frente al Huesca (0-0) y ante el Alcorcón (1-1) en Santo Domingo, resultados que han sacado al cuadro blanquiazul de la zona de ascenso directo, a la que regresó hace tres jornadas tras vencer de manera entre épica y milagrosa al Eibar en Ipurúa (2-3). La perspectiva de un nuevo fracaso este próximo domingo en Zaragoza, con miles de seguidores pericos desplazados a La Romareda, ha decidido a ejecutar ese cese que se venía de hecho reclamando desde el fiasco en el Nuevo Pepico Amat ante el Eldense, un 3-2 con una actuación lamentable de los blanquiazules; desde entonces, Ramis no ha hecho más que ir capeando el temporal a base de sufridos triunfos en casa, algún que otro empate fuera de casa y la victoria en Eibar, que ha quedado demostrado no fue más que un simple espejismo. Los números que deja Ramis son seis victorias, siete empates y tres derrotas, 25 puntos de 48 posibles, un porcentaje menor del que consiguió su predecesor en el cargo; en casa las cifras han sido estimables, no tanto las sensaciones, pero a domicilio los paupérrimos siete puntos en ocho salidas han acabado poniendo la soga al cuello del técnico del Morell.
El fracaso de Ramis lo es también del director deportivo del Espanyol, Fran Garagarza
El fracaso de Luis Miguel Ramis también lo es de la dirección deportiva del Espanyol, liderada por Fran Garagarza, que manifestó a su llegada que entonces sí tenían a los mandos al entrenador que querían para lograr el objetivo, pero ni se ha conseguido el esperado salto en la clasificación, ni el juego, pacato y rácano al extremo, ha convencido lo más mínimo a la parroquia blanquiazul.
Lo que sí queda demostrado es que tanto la categoría como el mismo Espanyol son una verdadera máquina de devorar entrenadores: Ramis se convertía este martes en el décimo relevo de técnicos en la LaLiga Hypermotion, como decimos el segundo en el club perico, tras que la 14ª jornada decidiese prescindir de Luis García. Antes que el tarraconense fueron cesados en sus respectivos cargos Álvaro Cervera en el Oviedo, Víctor Sánchez en el Cartagena, José Ángel Ziganda en el Huesca, el arriba mencionado Luis García en el Espanyol, Fran Escribá y Julio Velázquez en el Zaragoza, Fran Fernández en el Alcorcón, Haritz Mujica en el Amorebieta y Javi Calleja en el Levante.
Manolo González, el decimotercer entrenador de la era Rastar
A Manolo González, que el pasado verano se convirtió en entrenador del filial también de la mano del entonces acabado de aterrizar director deportivo Fran Garagarza, le toca demostrar que la decisión del de Mutriku de dar por finalizada a la que era otra apuesta personal suya, Ramis, y otorgarle las riendas del equipo ha sido la correcta. Será una temporada con tres técnicos, en un curso que recuerda en este aspecto a la funesta 2019-20, en que desfilaron por el banquillo hasta cuatro preparadores con David Gallego, Pablo Machín, Abelardo y Rufete, y que entonces acabó con el primer descenso a Segunda división de la era Chen Yansheng.
Echando números, Manolo González es el decimotercer entrenador de la etapa Rastar, que se ha caracterizado por ser una máquina de triturar técnicos con el paso de Constantin Galca, Quique Sánchez Flores, David Gallego, Joan Francesc Ferrer “Rubi”, Pablo Machín, Abelardo Fernández, Francisco Joaquín Pérez Rufete, Vicente Moreno, Luis Blanco, Diego Martínez, Luis García y, finalmente, Luis Miguel Ramis.
- Constantin Galca 23 partidos
- Quique Sánchez Flores 79 partidos
- Joan Francesc Ferrer “Rubi” 44 partidos
- David Gallego 21 partidos
- Pablo Machín 15 partidos
- Abelardo Fernández 17 partidos
- Rufete 7 partidos
- Vicente Moreno 85 partidos
- Luis Blanco (interino) 2 partidos
- Diego Martínez 31 partidos
- Luis García 26 partidos
- Luis Miguel Ramis 16 partidos