El Espanyol tiene dos nombres subrayados en rojo en su agenda para reforzar el centro del campo. Uno de ellos es Raúl Guti, jugador del Elche CF y el otro es Álvaro Aguado, que se encuentra sin equipo tras finalizar su contrato con el Real Valladolid. Mientras este último sigue esperando ofertas de Primera División y no escuchará propuestas de la categoría de plata hasta el final del mercado, el mediocentro del conjunto alicantino ya tiene un acuerdo con la dirección deportiva blanquiazul sobre las condiciones que tendría el contrato que uniría a ambas partes, tal y como avanzó Quique Iglesias, periodista de ‘COPE’. Ahora bien, la llegada de Raúl Guti a la Ciudad Condal no está cerca de cerrarse.
Según ha podido saber ‘La Grada’ a través de fuentes cercanas al Elche CF, las negociaciones entre el Espanyol y los ilicitanos están estancadas. Los ‘franjiverdes’ piden una cantidad que ronda los dos millones de euros para dejar salir al centrocampista y el club perico no está dispuesto a asumir ese coste, por el momento. Las posturas de uno y otro equipo han llevado la negociación a un punto muerto donde los blanquiazules esperan que los ilicitanos bajen el precio del traspaso y los alicantinos quieren que el RCDE envíe una oferta superior.
Poco margen de tiempo para reactivar la operación
Este medio ha podido saber que el Elche CF prevé que tarde en desbloquearse esta situación. Sin embargo, no pueden demorarse mucho las negociaciones porque el mercado de verano cierra el próximo viernes 1 de septiembre. Por tanto, el Espanyol deberá decidir con celeridad si asume las exigencias económicas de los ilicitanos por Raúl Guti, si intenta negociar nuevamente el precio del centrocampista o si intenta activar la llegada de otro refuerzo para la sala de máquinas, que podría ser Álvaro Aguado. Este último jugador tampoco puede seguir esperando ofertas durante mucho tiempo porque no tiene equipo y ya ha empezado la temporada. Es cierto que, al ser agente libre, podría fichar por cualquier entidad cuando se cierre el mercado, pero resulta difícil pensar que los equipos estén dispuestos a tardar tanto en cerrar su plantilla.