La jornada 15 de LaLiga EA Sports trae al RCDE Stadium un partido de los que huelen a pelea por cosas serias. El Espanyol, que ha visto como el momento dulce que viví tras ganar en Vigo ha cogido un regusto amargo tras el desastre copero, recibe este domingo (18:30h) a un Rayo Vallecano que no termina de despegar pero que siempre complica la vida a sus rivales. Los blanquiazules son ahora mismo sextos, empatados a 24 puntos con el Betis, que ayer perdió con el Barcelona, a pesar de ese borrón que va a costar olvidar de la eliminación en la competición del KO se están ganando por méritos propios el derecho a soñar con Europa. Por su parte, el Rayo, noveno con 17 puntos, empató el lunes pasado ante el Valencia y se aferra a su estilo reconocible para mantenerse en la zona media sin mirar de reojo hacia abajo.
El Espanyol quiere más: de la supervivencia a la ambición europea
Hay una palabra que repite mucho Manolo González: «oficio». Y eso es lo que el Espanyol había demostrado tener en los últimos partidos, hasta la funesta noche en Palma ante el Atlético Baleares. Centrados en la Liga, en Balaídos, sin hacer ruido ni maravillas, el equipo fue un bloque sólido y eficaz, y terminó rascando tres puntos de oro gracias a un cabezazo de Kike García tras un córner medido de Edu Expósito. «No nos tenemos que equivocar en el tipo de equipo que somos», decía el míster tras el partido, dejando claro que la receta es clara: seguridad atrás, balón parado, y fe en el plan. Con esta victoria, el Espanyol no solo se afianzaba en la zona alta, sino que empieza a mirar de tú a tú a los equipos que están en plazas europeas. «A los 42 puntos siempre», volvió a repetir Manolo, casi como mantra. Pero lo cierto es que, pese a su prudencia, el equipo ya ha demostrado que puede pelear con los de arriba sin tener que pedir permiso. Y este domingo, en casa, además de hacerse perdonar la «cagada» de la que hablaban Manolo y Edu Expósito en las entrañas del Estadio Balear minutos después del desastre, tienen otra oportunidad de oro para seguir sumando en la competición regular.
Manolo González avisa antes del Espanyol–Rayo: “El equipo saldrá a morir”
Manolo González llega a este Espanyol–Rayo con una idea muy clara: lo de la Copa duele, pero no puede seguir pesando. Asumió el cabreo y hasta el punto de decir que si tiene que pedir perdón “cada día”, lo hará, pero también dejó caer que el equipo está “bien y animado” y que esta tarde “saldrá a morir”. En lo futbolístico, el técnico confirmó que el único que no está disponible es Javi Puado y remarcó que jugar en casa “es vital”, tirando de una de esas verdades de toda la vida cuando hablamos del RCDE cuando el equipo ha estado en momentos duros, la afición “siempre ha estado con el equipo”.
Y sobre el partido en sí, lo pintó como una prueba de las de picar piedra, con un Rayo “muy exigente y de ritmo muy alto”, lleno de “variantes” con balón y en la presión, y con dos laterales “a un nivel espectacular”. Incluso se deshizo en elogios hacia Íñigo Pérez, al que considera “uno de los mejores entrenadores de la categoría”, y avisó de que no te puedes “despistar” porque aquí “todos los momentos son claves”. En su guion, la clave pasa por interpretar mejor la salida de balón que ante el Sevilla, no cometer errores “que nos condicionen”, apretarles para que tengan que defender “el máximo tiempo posible” y, sobre todo, ser precisos: “es muy importante ser precisos con balón y no equivocarnos”, porque si el Espanyol no da el máximo, lo dijo tal cual, “palmaremos”.
El Rayo no gana, pero no se rinde
El Rayo Vallecano lleva semanas sin sumar de tres en tres, pero eso no quiere decir que esté mal. La pasada jornada en Vallecas, ante el Valencia, volvió a competir, a generar ocasiones y a mandar durante buena parte del partido… aunque al final se quedó con la sensación amarga del empate. Nobel Mendy, héroe y villano, marcó su primer gol como profesional, pero luego firmó un autogol que selló el 1-1 final. “Creo que es otro partido que hemos, por desgracia, visto esta temporada… si no haces el segundo, todo sucede muy rápido”, se lamentaba Iñigo Pérez tras el choque. El técnico franjirrojo no se engaña: el Rayo no está para vender humo. “Nuestra única lucha es permanecer en Primera división. No hay más”, zanjó. Aun así, pocos equipos de media tabla tienen tanta personalidad con balón como los de Vallecas. La energía, el ritmo y la presión alta siguen siendo su seña de identidad, y aunque les está faltando acierto arriba, nadie les gana en insistencia. Este domingo, con rotaciones en las piernas y ganas de revancha, buscarán asaltar un estadio donde esta temporada pocos han salido vivos.
Un Rayo reconocible pese a la falta de resultados y el desgaste
Íñigo Pérez, que abordaba ayer la previa de este encuentro, llega al duelo ante el Espanyol sin esconder que su equipo atraviesa un tramo exigente. El técnico del Rayo reconoció que la eliminación de otros equipos en Copa hizo sonar las alarmas, y que el pase ante el modesto Ávila “costó más de lo esperado”. Aun así, descarta una mala dinámica: “No tengo la sensación de que el equipo esté mal o hayamos dejado de hacer cosas que hacíamos antes”, aunque admitió que “cada vez nos va a costar más por la continuidad de partidos y el desgaste físico y mental”. El Rayo sigue teniendo personalidad con balón, pero necesita afinar la puntería para no quedarse en esa tierra de nadie en la que está instalado. Sobre el partido en Cornellà, espera un pulso de alta intensidad: “Seguramente sea un partido muy vivo y dinámico, tendremos que imponernos”.
Máximo respeto por Manolo y por un Espanyol que considera “muy peligroso”
El técnico franjirrojo se deshizo en elogios hacia Manolo González, a quien considera “un gran entrenador de LaLiga” por haber sostenido al Espanyol el año pasado y darle ahora una identidad muy clara. “Me encanta Manolo. Tiene mucho mérito todo lo que está consiguiendo”, subrayó. De hecho, Íñigo cree que el golpe copero no afectará al rendimiento perico en Liga: “La dinámica que llevan provoca que el Espanyol sea un equipo muy peligroso y no creo que la eliminación les vaya a afectar”. Aunque el Rayo llega justo de piernas y varios tocados, su entrenador no se esconde y mantiene el listón alto: “Esta forma de fútbol ha llegado para quedarse y los futbolistas del Rayo están preparados para ella”.