El Espanyol encara los últimos días de mercado con los deberes a medias. La dirección deportiva ha acelerado con la llegada de Luca Koleosho, pero la sensación es clara: todavía faltan piezas importantes, sobre todo en la medular y en el eje de la defensa. Y en medio de ese baile de nombres aparece un protagonista de primer nivel: Guido Rodríguez.
Manolo González no se anduvo con rodeos en la previa de la primera jornada. Lo dejó claro: quiere una plantilla larga, con jugadores que se peleen el sitio semana tras semana. La victoria contra el Atlético fue un chute de moral, pero el técnico no cambia el discurso: “Aunque hayamos ganado, continuaré recordando que hay que gastar el dinero: el dinero tiene que estar en el campo y no en el banco”. Ese es el plan, y en ello está la dirección deportiva.
Koleosho, el fichaje de ecosistema
El primero en llegar fue Luca Koleosho, un retorno que muchos pericos celebraron con nostalgia. El acuerdo con el Burnley, club del mismo ecosistema Velocity, permitió que su fichaje no se comiera el límite salarial. Una operación de bajo impacto contable que abre la puerta a que los recursos se destinen a lo que de verdad pide Manolo: reforzar la columna vertebral.
El central que falta tras perder a Kumbulla
La defensa sigue coja. Se esperó dos meses a Kumbulla, pero el central albanés se marchó finalmente al Mallorca. En Cornellà-El Prat saben que no pueden volver a fallar: hace falta un central con jerarquía que suba el nivel del bloque y no un parche cualquiera.
El mediocentro, el gran reto
La otra urgencia está en el medio del campo. El nombre de Urko González de Zárate sigue sobre la mesa, aunque hay miedo a otro caso “Kumbulla”: esperar demasiado y que acabe en otro sitio. Alternativas no faltan: Azzedine Ounahi (Marsella) gusta mucho, pero el Girona también lo quiere y ya prepara su tercera oferta, rozando los 10 millones. Otro candidato fuerte es Al-Musrati, del Beşiktaş, un tanque de 1,93 que la pasada temporada estuvo en el Mónaco. Encaja perfecto en lo que pide Manolo, aunque su salario es alto y obliga a buscar fórmulas creativas.
Guido Rodríguez, el nombre que enamora
Y aquí aparece la gran ilusión perica: Guido Rodríguez. Campeón del mundo con Argentina, ex del Betis y ahora en el West Ham. El centrocampista argentino quiere vestir de blanquiazul y ya ha dado el OK a la propuesta que le puede ofrecer el club perico en materia de salario. No busca otra cosa: venir a España y jugar en el Espanyol es su deseo, por encima de las otras opciones que tiene sobre la mesa y que mantiene en stand by.
El problema está en Londres. El West Ham, su actual club, se muestra inflexible y exige incluir en la operación una opción de compra demasiado alta. Ahí es donde se ha encallado la negociación. Mientras el jugador ve con buenos ojos el reto blanquiazul y no quiere seguir en Inglaterra, en los despachos de ambos clubes el estira y afloja no cesa.
De hecho, Guido jugará probablemente esta próxima jornada contra el Chelsea con la camiseta hammer, aunque su voluntad es marcharse cuanto antes. Su situación no es cómoda: ni el Betis, donde algunos aficionados sueñan con verlo otra vez vestido de verdiblanco, contempla repescarlo -sus relaciones con Pellegrini y la directiva no acabaron bien-, ni tampoco desea quedarse en Londres, donde su salario elevado complica cualquier cesión si no hay reparto de ficha con el West Ham.
El escollo principal sigue siendo el club inglés, pero sobre la mesa empiezan a valorarse fórmulas alternativas que permitan desbloquear el fichaje. Ideas como compartir propiedad, algo poco habitual en Inglaterra, introducir porcentajes de una futura venta, convertir la opción de compra en no obligatoria o incluso ofrecer derechos preferentes sobre algún jugador de la plantilla perica se barajan como posibles vías para rebajar las pretensiones de los londinenses. Guido quiere venir, el Espanyol está dispuesto a hacer el esfuerzo y el punto muerto lo marca el West Ham. Aun así, en ambos lados se percibe cierto optimismo y no se descarta que en los próximos días se alcance un acuerdo que permita ver al argentino vestido de blanquiazul en Cornellà.
Firmar con cabeza
En las oficinas lo tienen claro: no se trata de fichar por fichar. La victoria contra el Atlético demostró que este Espanyol tiene base para ilusionar, pero falta apuntalar la estructura. La prioridad es traer futbolistas que marquen diferencias, no rellenos. Guido sería ese golpe de efecto. Ahora mismo, todo depende de que West Ham y Espanyol encuentren el punto medio.



