El RCDE Stadium vivió este miércoles una jornada con mucho más que fotos y sonrisas. La presentación de Koleosho y Riedel sirvió también para escuchar a Fran Garagarza, que no se escondió a la hora de hablar de mercado y de lo que viene. El director deportivo apareció tranquilo, con su estilo de dar explicaciones sin soltarlo todo, pero dejando titulares de los que la afición toma nota.

Al preguntarle por dos de los nombres que más suenan en las últimas horas, Charles Pickel y Urko González de Zárate, Garagarza se permitió hasta una sonrisa antes de contestar si podría estar cerca: “Podría”, dijo sobre Urko, y enseguida matizó: “Es más sí que no. El objetivo es que para el día de Osasuna esté la plantilla cerrada en incorporaciones, es muy importante para nosotros y en eso estamos. Hay movimientos de que podemos tener noticias en breve, sí, pero no puedo decir mucho más”. Una respuesta que confirma lo que todos sospechan: los movimientos están muy cerca de concretarse.
También hubo tiempo para hablar de Alan Pace y de si su llegada abrirá una nueva etapa de trasvases de jugadores entre clubes. Garagarza lo explicó con calma: “Estamos aprendiendo de esa situación y trabajamos en ello, análisis, puestas a punto, metodología de trabajo, y en esas puestas a punto hay satisfacción porque hay una gran transparencia y nos está llevando a unos análisis y herramientas de lo que debemos llevar a cabo”.

Cuando le preguntaron si imaginaba tener a estas alturas tantos fichajes cerrados, Garagarza tiró de sinceridad y de la idea de que los mercados no se improvisan: “El trabajo no es cuando arranca el mercado solo sino en el día a día, que también obliga a tomar decisiones. En esa planificación, análisis y toma de decisión que es cada día hemos ido avanzando y planificado lo que entendíamos, por eso unos han sido rápidos, y también ha habido un freno en el ritmo que ya avancé porque los objetivos no eran tan fáciles y ahora estamos en puertas de un cierre en que me he planteado como un reto no ir al último minuto teniendo un caso, si lo logramos habremos hecho un trabajo planificado de lo que queríamos”.
Y finalmente, habló de algo que va más allá de nombres propios o de operaciones puntuales: la estabilidad. “El objetivo del club es darle estabilidad; nos hemos mantenido en el último suspiro y hay que darle una estabilidad que pasa por ser un equipo con el punto de madurez para mejorar ese riesgo alto. A partir de ahí…”.
En definitiva, un Garagarza cercano y calculador, que no quiso vender humo pero sí dejó claro que el mercado está a punto de cerrarse y que el Espanyol trabaja con una idea clara: dejar de vivir al límite cada temporada y darle al proyecto una base sólida.