El Atlético de Madrid llega a Cornellà con la lección bien aprendida y las ideas claras: hay que empezar la Liga pisando fuerte. Cholo Simeone, que este año ha renovado medio equipo con hasta siete fichajes, se ha marcado un objetivo ambicioso: ganar al Espanyol, al Elche y al Alavés antes del primer parón. Nueve puntos de nueve. “Partido a partido”, sí… pero con una hoja de ruta muy clara para evitar sustos y críticas tempranas.
Y no es un capricho. La pasada temporada, el Atleti se dejó puntos muy dolorosos en campos que, sobre el papel, debería haber ganado sin tanto drama: ni en Cornellà ni en Mendizorroza logró imponerse. Esa sangría a domicilio contra rivales sobre el papel “asequibles” es una de las espinas que Simeone quiere arrancarse cuanto antes. Lo ha dicho y lo ha repetido en privado: hay que mejorar ahí si se quiere pelear la Liga de verdad.
Este martes, después de dos días de descanso tras ganar 0-2 al Newcastle en St. James’ Park, el equipo volvió a la faena en Majadahonda. La gran novedad fue ver a Giacomo Raspadori ya vestido de corto y saludando a sus nuevos compañeros. El italiano, acabado de fichar, todavía no apunta a titular este domingo, pero su presencia deja claro que la competencia arriba será feroz.
En el apartado de ausencias, Simeone sigue pendiente de dos piezas importantes: Pablo Barrios y Alexander Sorloth. El canterano arrastra una lesión muscular que lo ha dejado fuera de toda la pretemporada y es seria duda para el domingo. Sorloth, por su parte, se entrenó al margen por una contractura, aunque en el club confían en que llegue a tiempo. El que no estará seguro es José María Giménez, que sigue recuperándose de la lesión sufrida en junio.
Con todo, el Cholo no se complica demasiado: volvió a ensayar con el mismo once que ganó en Inglaterra, con Oblak bajo palos; Llorente, Le Normand, Hancko y Ruggeri en defensa; Giuliano, Gallagher, Cardoso y Almada en la medular; y Baena junto a Julián Álvarez en ataque. La gran novedad respecto a la idea inicial es Gallagher, que ocuparía el sitio de Barrios si este no llega a tiempo.
El plan está claro: apretar desde el minuto uno, dominar en el centro del campo y aprovechar la pegada de sus nuevos hombres de ataque. Simeone sabe que el Espanyol en su estadio se crece, que no es un rival dócil y que, en Cornellà, los partidos suelen decidirse por detalles. Pero también es consciente de que, si el Atlético quiere pelearle la Liga a Madrid y Barça, no puede permitirse tropiezos como los del curso pasado.