El perico Ander Mirambell ha sido el abanderado de la delegación española en la ceremonia de inauguración Juegos Olímpicos de Invierno 2022. Esta cita se celebra en Pekín entre el viernes 4 de febrero y el domingo 20. El piloto de skeleton ha compartido el privilegio de liderar al equipo español con la rider Queralt Castellet.
Su momento. ❄️⛷
❤️ EL MOMENTO. #ElCorazónDeEspaña🇪🇸 #Beijing2022
— Comité Olímpico Español (@COE_es) February 4, 2022
Ander Mirambell ha compartido su entusiasmo por ser el abanderado español en Tokio 2022 a través de las redes sociales. Este gran seguidor blanquiazul ha publicado una fotografía donde aparecen él mismo y Queralt Castellet portando la bandera de España y entrando al recinto del estadio del Nido del Pájaro. El catalán ha acompañado la instantánea con las palabras: «Un sueño. Una ilusión. Una realidad. Beijing 2022. Gracias por empujar el trineo».
Un Sueño
Una Ilusión
Una Realidad@Beijing2022
Gracias por empujar el trineo #Go4nder #GoAnder #Skeleton pic.twitter.com/qZ0DIyCq83— Ander Mirambell OLY (@AnderSkeleton) February 4, 2022
La participación de Ander Mirambell en Pekín 2022 será la cuarta del catalán en unos Juegos Olímpicos de Invierno. La primera de ellas tuvo lugar en el año 2010 en Vancouver (Canadá). En aquella ocasión, el piloto de skeleton finalizó en 24ª posición. El mítico perico volvió a esta cita cuatro años después y logró un 26º puesto en Sochi (Rusia). La mejor actuación olímpica de Ander Mirambell fue en el año 2018, cuando obtuvo un 23º lugar. Cuatro años después, el piloto de Calella tratará de lograr el mejor puesto de su carrera.
Con la clasificación para los Juegos Olímpicos de Invierno, Ander Mirambell cumplió su gran objetivo de la temporada. Además, el piloto de Calella se convierte a sus 38 años en el primer deportista español en toda la historia que consigue disputar cuatro citas olímpicas en deportes de hielo. Este perico competirá los días 10 y 11 de febrero en Pekín 2022. El catalán espera alargar las buenas sensaciones que le dejó la Copa del Mundo de Saint Moritz, donde logró la velocidad punta más alta de la historia del circuito al alcanzar los 139,9 kilómetros por hora.