De todos los primeros equipos de Seccions Deportives Espanyol, el de basket es el que más cambios ha experimentado esta temporada respecto a la anterior. El conjunto blanquiazul ha vivido una profunda remodelación con el objetivo de formar una plantilla lo más competitiva posible para disputar la Copa Catalunya por primera vez desde la creación de la entidad.
Ya hace un mes y medio que arrancó la competición y, de momento, la ambición por conseguir los objetivos se mantiene intacta. En una liga muy competida, esa meta que se planteó el equipo al inicio de temporada pasa por lograr la clasificación para la fase de ascenso, lo que implica quedar entre los cuatro primeros en este primer tramo de la campaña. Hasta la fecha, el balance es de tres victorias y cuatro derrotas.
“Sabemos que no va a ser fácil”, asegura el técnico Jorge Tarragona, ya que “al ser un equipo nuevo en la categoría e incorporar muchos jugadores estamos en un proceso de adaptación como club y como equipo”. No lograrlo no será para nada un drama, puesto que este es el primer curso del equipo perico en la máxima categoría del baloncesto catalán al haber adquirido la plaza del Cercle Catòlic de L’Hospitalet. En cualquier caso, Tarragona sí que apuesta por “ser ambiciosos”, sobre todo teniendo en cuenta que están evolucionando a medida que van sumando entrenamientos y partidos. “El equipo no es el mismo que el de la jornada 1. Vamos mejorando y hay que seguir trabajando para tener un equipo sólido. La evolución está siendo la normal”, explica el preparador, que también espera que el equipo esté al 100% en Navidades, una vez todos los jugadores tengan el mejor tono físico. Calidad a la plantilla no le falta, pero entre los fichajes, hay algunos que viven su primera experiencia en el baloncesto español y otros que llevaban un tiempo sin competir, por lo que hay que ir siguiendo los procesos con naturalidad. Lo que sí se ha tenido en cuenta a la hora de confeccionar la plantilla es el hecho de contar con jugadores que tengan experiencia en la categoría e incluso en EBA, algo que siempre es un valor añadido. Y es que los cambios de este curso son una muestra más del continuo crecimiento de la sección de basket, que aspira a recoger el legado que dejó en los años 80 y principios de los 90 el mítico equipo blanquiazul que estuvo varias temporadas en una ACB que acababa de nacer.
Para intentar lograr algo así todavía habrá que esperar algunas temporadas y, de momento, hay que seguir quemando etapas. Disputar Copa Catalunya ya supone un salto de calidad enorme, con equipos tan potentes como el JAC Sants, el Escolapis Sarrià o el Ciutat Vella. Pero lo realmente complicado de esta liga es la igualdad existente. “Las diferencias no son tan grandes y cualquier partido lo puedes ganar o perder”, asegura Tarragona. Ante una liga tan competida, los pericos esperan seguir creciendo y colarse entre esos cuatro primeros.