Y ahora le toca el turno al Real Madrid. Tras la eliminación durísima del eterno rival, el equipo blanco quiere hacer mucho más grande la herida azulgrana y aprovechar el clásico del próximo domingo para meterse de lleno en la pelea por el campeonato liguero. Con un Barcelona muy tocado en lo físico y sobre todo, moral, los de Ancelotti quieren aprovechar la ventaja de los siete días de descanso para marcar la diferencia en un clásico que puede ser definitivo para el final de temporada. Una victoría azulgrana pondría punto y final a la temporada. Sin embargo, una victoria blanca dejaría todo en un final de infarto de cara a las últimas 3 jornadas.
Desgaste físico y mental
Lo de ayer fue una auténtica batalla que sin duda, quedará para el recuerdo. Sin embargo, el varapalo que recibió el equipo de Flick en forma de eliminación en la prórroga puede suponer un problema a corto plazo. De hecho, a solo 4 días del clásico que puede ser definitivo. No solo por el desgaste físico de jugar un partido tan exigente y además, con un tiempo extra de 30 minutos, si no todo lo que supone a nivel mental tenerlo tan cerca y a la vez tan lejos. Cuando todo parecía que colocaba al equipo culé en la gran final de Múnich, ese gol en el 93′ fue un primer golpe que precedió al de la prórroga que esta vez sí, mandó al Barça a la lona. Un final doloroso que puede quedarse simplemente en un mal menor si consigue ganar el domingo al Real Madrid. Sin embargo, de aprovechar los blancos el desgaste para asaltar Montjuic, el club azulgrana se habrá metido en un serio problema de cara a las últimas 3 jornadas.
Más allá de la envidia lógica instalada en Valdebebas por ver como el Barcelona peleaba por una nueva final de Champions una década después, el equipo blanco ha querido ver el lado bueno de las cosas. Por ello, desde el club madrileño existe la convicción de que este desgaste físico y posterior eliminación que afectará seguro en lo mental, van a afectar y de que manera en favor de un equipo que quiere por fin devolverle el golpe al equipo culé tras una temporada en la que el equipo de Flick ha dominado sólidamente los tres clásicos disputados, aunque el último fuese de una manera mucho más igualada.
Los blancos llevan días trabajando duramente para dar con la tecla ante un Barcelona superior esta temporada. Para ello, Ancelotti piensa en un cambio radical en el esquema, dejando en el banquillo a Rodrygo y volviendo al famoso 4-4-2, con Arda Güler como principal novedad. De momento, más allá de ese posible cambio, el club trabaja en el más estricto silencio para dar un golpe encima de la mesa el próximo domingo. Los merengues, que quieren aprovechar el descanso de 7 días, algo inusual este año, para dar un golpe encima de la mesa.
La respuesta del Barcelona
Lógicamente tras la eliminación sufrida, este era uno de los temas que más rodean al entorno del equipo culé. De hecho, Araujo, uno de los principales señalados por los dos últimos goles, le quiso restar importancia a este tema, confirmando que estarán listos para el partido del domingo y con ello, el final de temporada: “No creo que nos afecte. Es un golpe duro, pero este equipo tiene una mentalidad increíble e iremos a por LaLiga”, aseguró el central uruguayo del Barcelona. En cualquier caso, la respuesta la tendremos el próximo domingo a las 16:15 en el estadio de Montjuic, en un partido que será decisivo para el final de temporada.
