El Real Madrid ha decidido llevar hasta las últimas consecuencias su cruzada contra el sistema arbitral vigente en España. La entidad blanca piensa iniciar un proceso judicial tras la negativa de la Federación a facilitar los audios del VAR correspondientes a dos acciones concretas del partido ante el Espanyol: la entrada sobre Mbappé sancionada con amarilla y el gol anulado a Vinicius por falta del francés.
El argumento principal que esgrimirá el club presidido por Florentino Pérez en su demanda es, según Marca, ni más ni menos que las palabras del propio presidente del Comité Técnico de Árbitros, Luis Medina Cantalejo, en una entrevista con Josep Pedrerol. “Lo que todo el mundo ve, un árbitro y dos de VAR no pueden dejar de verlo. Tengo muy claro lo que ha pasado, lo ha visto todo el mundo, aunque no me refiero solo a la acción de Mbappé... Cuando es blanco y negro y el blanco es obvio y el árbitro opta por el negro, no puedo darte una explicación…”, declaró el dirigente arbitral, alimentando aún más la convicción madridista de que se ha cometido un atropello.
Desde el Santiago Bernabéu se insiste en que su intención es llegar hasta el final y que, si es necesario, presentarán una denuncia por lo penal. Además, se plantean elevar una queja formal a la FIFA, dejando claro que nada de lo sucedido es casual. La decisión se tomó tras una reunión telemática entre Florentino Pérez y su junta directiva, con la firma del secretario del club, José Luis del Valle, como simple trámite burocrático para dotar de oficialidad al documento enviado a la Federación y al Consejo Superior de Deportes.
Sin embargo, la indignación madridista no ha generado la simpatía esperada entre el resto de clubes de LaLiga. Lejos de encontrar aliados, la reacción mayoritaria ha sido de indiferencia cuando no de sorna. El Atlético de Madrid, eterno rival y próximo adversario liguero del Madrid, utilizó sus redes sociales para lanzar un dardo envenenado con un mensaje dirigido a la Real Academia de la Lengua: “Amigos de la RAE, estos días nos están preguntando mucho sobre un asunto y no queremos equivocarnos. ¿Nos podéis ayudar con los matices de los siguientes verbos? Presionar, amedrentar, intimidar, coaccionar, atemorizar, influir, imponer”. Un recado directo a lo que consideran un intento descarado de condicionar futuras decisiones arbitrales.
Desde el Barcelona, Hansi Flick prefirió mantenerse al margen, aunque deslizó una crítica velada: “Si soy honesto, no quiero hablar de esto. Ellos lo han hecho así, pero ese no es nuestro estilo. No es nuestra manera de hacer las cosas, yo no lo haría. Cada entrenador y club tiene algunos motivos para decir cosas. Somos humanos y cometemos errores. Y los árbitros tienen un trabajo muy duro y hay que cuidar de ellos, no es fácil la situación que tienen”.
Pero si alguien no podía perder la oportunidad de avivar la polémica, ese es Gerard Piqué. En un acto de publicitario junto a Iker Casillas, el ex jugador del Barça, pese a que no guarda ninguna simpatía hacia el club perico, arremetió contra el Madrid, otro de los habituales objetivos de sus dardos dialécticos: “Lo del comunicado es una cortina de humo en toda regla. Lo han hecho durante 120 años. Cuando pierden hay que hablar de otra cosa. Es lo que quieren. Los árbitros son así y así van a ser para siempre. Se van a equivocar. Desde Madrid se ha hecho siempre y la presión mediática y encender las máquinas cuando las cosas no van bien, estamos acostumbrados. A partir de ahí los árbitros van a tener presión”.
En Bilbao, Jon Uriarte, presidente del Athletic, tampoco se mordió la lengua. Recordó un episodio arbitral en el Bernabéu que dejó fuera de Europa a su equipo tras una entrada criminal de Dani Carvajal a Yuri Berchiche en junio de 2023: “Nosotros jugamos en el Bernabéu hace dos temporadas, era la última jornada de LaLiga, y Carvajal hizo una entrada a Yuri violenta y le rompió el peroné. Acabamos el partido con un jugador menos porque no teníamos más cambios, pero el árbitro solo enseñó una amarilla a Carvajal. Nos jugábamos la clasificación europea, empatado a uno y nos quedamos fuera”.
La guerra abierta del Real Madrid contra los estamentos arbitrales y la RFEF no solo genera rechazo en los rivales, sino que empieza a recordar a episodios anteriores en los que la maquinaria mediática de grandes clubes como el blanco o el FC Barcelona ha tratado de construir exageradamente un relato de agravio. Lo curioso es que, en el pasado, las quejas del Espanyol o de otros clubes sin tanto poder por decisiones arbitrales en su contra no encontraron el eco mediático ni la beligerancia judicial que ahora despliega el club de Chamartín. Al final, los poderosos siempre encuentran una vía para que sus problemas sean los más urgentes, mientras el resto deben resignarse al eterno papel de comparsas en un fútbol que parece diseñado exclusivamente para ellos.