El Real Madrid bien sabe lo que es tirar de épica y sobreponerse a todas las dificultades que se va encontrando en su camino, sin embargo el reto que va a tener por delante el próximo miércoles 16 de abril es descomunal, rozando lo utópico. El Arsenal mostró su mejor versión siendo una auténtica apisonadora en el Emirates y dejando prácticamente sin vida al cuadro merengue. Los de Ancelotti, todo lo contrario, perdidos, con carencias en todas las zonas del campo y una insolencia impropia del club más laureado de Europa. Esta abismal diferencia se reflejó en un contundente 3-0 que deja tiritando las opciones blancas de cara al choque de vuelta en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid tendrá que volver a remontar en el segundo partido una eliminatoria con tres goles de desventaja. La última vez que sucedió fue hace ya 12 años, en la temporada 2012/2013… y aquella noche el ‘Rey de Europa’ murió en la orilla.
El Borussia Dortmund, su verdugo
Antes de la última década dorada, el Real Madrid vivió años de desilusiones, frustraciones y momentos crueles en la Copa de Europa. La entidad de Chamartín, huérfana de ‘Orejonas’ desde el 2002, se quedó a las puertas en el curso 2011/2012, cuando tras una dolorosísima tanda de penaltis ante el Bayern de Múnich en el Santiago Bernabéu, quedó eliminado en semifinales. Un golpe que aún sigue doliendo en el madridismo a pesar del paso del tiempo.
Con la miel en los labios en la campaña anterior, el equipo dirigido por aquel entonces por José Mourinho se volvió a plantar en la penúltima ronda de la Liga de Campeones. Su rival, el Borussia Dortmund, ida en Alemania y vuelta en Madrid.
El primero de los dos encuentros, en el Signal Iduna Park, terminó siendo estrepitoso para el conjunto blanco. El 1-1 con el que concluyeron los primeros 45 minutos no hacía presagiar el vendaval germano que se iba a desatar en la segunda mitad. Lewandoswki en el 8′ y Cristiano Ronaldo en el 43′ dejaron en tablas el choque al descanso, sin embargo el polaco tenía guardados otros tres goles más para aniquilar al cuadro merengue. Como una cascada, cayeron los tres tantos en apenas 16 minutos para dejar al Borussia con un holgado 4-1 en el electrónico. El duelo finalizó con dicho resultado y el Madrid estaba obligado a reaccionar una semana después en su feudo.
Con el ambiente de las grandes citas, en el Bernabéu sonaban tambores de guerra. Todo estaba listo para vivir una noche mágica y completar la tan ansiada remontada. La historia pudo ser muy distinta si Higuain hubiera acertado a definir ante Weidenfeller en el minuto 3, si Cristiano hubiera podido batir al meta alemán en el 13′ o si Özil hubiera dado el pase de la muerte al portugués apenas un minuto después. La falta de puntería estaba condenando al Real Madrid que veía como pasaban los minutos y el 3-0 seguía campeando en el global de la eliminatoria.
Benzema, que salió en el 57′ sustituyendo a Higuain, abrió un rayo de esperanza para los blancos con su gol en el minuto 83. Quedaba poco y el Madrid estaba a dos goles de clasificarse para la gran final de la Champions. El delirio llegó cuando Sergio Ramos, en el 88′ hizo el 2-0. Tan cerca y a la vez tan lejos. El equipo se volcó para lograr un tercer tanto que nunca llegó. Los cinco minutos de añadido estuvieron envueltos en tensión, imprecisión y muchos nervios. El Madrid había vuelto a caer, la sensación de rabia era total en el Bernabéu después de que el esfuerzo de los blancos no sirviese para nada.
Un triste recuerdo de la última vez que el Real Madrid tuvo que remontar tres goles de desventaja en el partido de vuelta de una eliminatoria de la Champions League. En aquella ocasión el conjunto blanco fracasó en el intento pero por qué no esta vez puede ser diferente y lograrlo frente al Arsenal. El día se acerca y en el vestuario lo tienen claro, la remontada es posible y se va a conseguir.
