Hay fichajes que simplemente caen de pie. Y el de Roberto Fernández es uno de ellos. Porque llegó sin hacer mucho ruido, con la etiqueta de “joven con potencial”, y en apenas unos meses se ha ganado no solo un sitio en el once, sino también el cariño de la afición. Cinco goles desde que se puso la blanquiazul, más que Sadiq en el Valencia o Terrats en el Getafe —cuatro cada uno, por si alguien anda despistado, lo que lo convierten en el refuerzo de enero que más lleva en toda LaLiga—. Y además de los números, está la sensación: cada vez que toca el balón, pasa algo.
Por eso, toca decirlo sin rodeos: el Espanyol y Fran Garagarza acertaron de lleno con este fichaje. Lo vieron claro cuando otros dudaban. Apostaron por un chaval que venía de no tener muchos minutos con el Braga, y lo colocaron en un contexto donde ha explotado. En un equipo en construcción, con urgencias, Roberto ha sido luz. Y eso, en un año como este, vale oro.
Pero claro, esto es el Espanyol. Y aquí, cuando algo funciona, empieza el lío.
Porque lo de Roberto puede ser un culebrón. Que si la opción de compra son 10 millones. Que si el club no puede ni acercarse a esa cifra. Que si desde el entorno del jugador ven el precio como una barrera imposible. Vamos, que según contaba Sergio Escario en Mundo Deportivo, por ese camino no hay salida.
Y justo cuando todo parecía más que encallado, aparece Quique Iglesias, desde COPE, y le mete otro giro a la trama: Roberto quiere seguir. Está emperrado en quedarse en el Espanyol, dice. Que si depende de él, se queda. Y que ahora mismo, la vía más viable sería una nueva cesión. La misma fórmula que tan bien ha salido este año.
En cualquier caso, lo de Roberto no va a ser fácil. No solo por lo que ofrece en el campo —que es mucho—, sino por lo enrevesado de su situación contractual. Braga, Espanyol, el jugador… Cada parte ve la historia a su manera, y esta por ver si alguna está por la labor de ceder.
Aun así, una cosa está clara: dejar escapar a Roberto sería un palo. Es joven, conecta con la grada, ha rendido desde el minuto uno y, lo más importante, quiere estar aquí. Y eso, hoy en día, no tiene precio.
Así que, señores del club, si hay una mínima opción de que siga —sea como sea—, que no se escape. Porque fichajes como el de Roberto no se dan todos los mercados. Y cuando un jugador lo tiene todo para quedarse, solo hay que encontrar la manera. Y si no, que alguien se lo explique a los miles de pericos que aplauden cada vez que lo ven celebrar un gol a lo Toquero.
Nuestro protagonista ha valorado para las cámaras de las televisiones con derechos este partido, en que ha anotado ese doblete: “Es a lo que veníamos, a dar otro golpe sobre la mesa y un salto a la clasificación que nos da mucho oxígeno. Me está viniendo muy bien el ‘2’, voy a seguir trabajando para ayudar al equipo. Estoy supercómodo, la mayoría de balones que toco van adentro. Voy a seguir trabajando para ayuda al equipo”. Y sobre su futuro, no se cierra puertas: “Aquí me están saliendo muy bien las cosas, espero que sea así y cuando acabe el año, Dios dirá”. Que tomen nota.
