Lo que durante semanas parecía una posibilidad remota, ha tomado forma y está cerca de concretarse: la continuidad de Roberto Fernández en el Espanyol está prácticamente cerrada, tal como avanzó La Grada. El delantero andaluz, cuyo futuro parecía alejarse de Cornellà-El Prat primero por el alto coste de su cláusula de compra –10 millones de euros que caducaron en su día– y posteriormente por las pretensiones del Sporting de Braga de hace caja lo antes posible por él, está a punto de firmar su permanencia en el club, en una operación que supone un importante paso adelante para la planificación deportiva de cara al próximo curso.
La Grada anunciaba a primera hora de la mañana del domingo este giro en la historia, apuntando a una fórmula que permite al club blanquiazul retener a uno de los jugadores más prometedores de su plantilla sin comprometer en exceso su equilibrio económico. La entidad portuguesa, por su parte, se reserva la posibilidad de beneficiarse de una futura revalorización del jugador, cuya proyección ha quedado patente tanto en su rendimiento con la camiseta blanquiazul como en sus recientes actuaciones con la selección española Sub-21.
El papel de Fran Garagarza ha sido determinante en el desarrollo de esta negociación. Con más margen de maniobra en este mercado -gracias, en parte, al inminente traspaso de Joan García al FC Barcelona-, el director deportivo ha priorizado asegurar la continuidad de un futbolista que ha ofrecido rendimiento inmediato y que, además, ha demostrado una fuerte vinculación al club. En este sentido, la voluntad del propio Roberto ha sido decisiva.
Desde el final de temporada, el jugador ha reiterado en diversas ocasiones su deseo de seguir vistiendo la blanquiazul. “Yo quiero seguir en el Espanyol, si se puede”, afirmó tras el partido del pasado sábado ante Rumanía, en el que marcó el gol que dio a España el pase a cuartos en el Europeo Sub-21. Un mensaje claro y sin ambigüedades, que confirma lo que ya se intuía en el entorno perico: Roberto quiere seguir formando parte del proyecto.
A nivel deportivo, su impacto ha sido evidente. En apenas media temporada ha firmado seis goles en 19 partidos, cifras que lo han convertido en uno de los referentes ofensivos del equipo. Más allá de los números, su implicación, capacidad de trabajo y conexión con la afición han consolidado su figura como una de las más valoradas dentro del vestuario.
La operación, si se cierra como se espera una vez finalizado el Europeo, supondría juntamente a la renovación de Javi Puado un balón de oxígeno anímico para el espanyolismo, especialmente tras la dolorosa marcha de Joan García. Con Roberto, el club asegura presente y futuro, y refuerza la idea de construir un bloque sólido en torno a futbolistas identificados con la entidad.
En definitiva, la continuidad de Roberto Fernández no es solo una buena noticia en lo deportivo. Es una muestra de que el Espanyol, pese a las dificultades, está dispuesto a invertir con criterio, apostando por perfiles que no solo aportan calidad, sino también compromiso.



