Roberto Fernández ha aterrizado en el Espanyol depié. En apenas unas semanas desde su llegada en el pasado mercado de invierno, el delantero cordobés ha pasado de ser un fichaje de última hora que despertaba muchísimas dudas por su poca experiencia en la élite a convertirse en una pieza clave para Manolo González. Su entrega, su capacidad de lucha y, sobre todo, su oportunismo de cara a gol han hecho que tanto el vestuario como la afición blanquiazul le hayan acogido con los brazos abiertos. Ahora, en una entrevista con El País, el delantero cedido por el Braga ha dejado clara su intención: “Quiero seguir aquí, es un sitio que me gusta mucho”.

De una adaptación difícil en Braga a sentirse como en casa en el Espanyol
El camino hasta llegar a Cornellà-El Prat no ha sido sencillo para Roberto. Tras una gran temporada en el Málaga, donde anotó 20 goles y fue clave en el ascenso a Segunda, el Braga apostó fuerte por él el pasado verano. Pero su aventura en Portugal no salió como esperaba. “No me adapté ni a la ciudad, ni al fútbol, ni al idioma”, reconoce sin rodeos. Su rendimiento bajó y las oportunidades escasearon. Entonces, apareció el Espanyol.
El delantero explica que recibió una llamada del director deportivo Fran Garagarza y otra del técnico Manolo González. “Me dijo que mi juego iba bien con el estilo del equipo y que la afición era parecida a la del Málaga, donde todos van a una. Y eso me gusta”, asegura. No se lo pensó demasiado. Tenía ganas de sentirse importante otra vez y vio en el Espanyol la oportunidad perfecta.
El dorsal 2 y el apodo de “Toquerto”
Cuando llegó al vestuario perico, Roberto se encontró con un detalle curioso: el número que iba a llevar en la camiseta. “No había salidas y solo quedaban el 2 y el 21 de Jarque. Y ese no lo iba a coger porque no soy de la casa y por respeto”, cuenta. Así que, sin demasiadas opciones, se quedó con el 2, un dorsal nada habitual para un delantero.

La reacción de sus compañeros no tardó en llegar. Los móviles del vestuario echaron humo con bromas y stickers que le comparaban con Gaizka Toquero, ex delantero del Athletic que también llevó el 2. “¡Toquer-to!”, le soltó uno de sus compañeros, provocando las risas de todos. Roberto entró en el juego: “Como meta un gol hago su celebración con la mano frotándome la cara”, prometió. Y cumplió. Su estreno goleador ante el Valladolid fue clave para la victoria y desde entonces, el apodo de “Toquerto” ha quedado instaurado en el vestuario.
Goles que valen puntos y un futuro incierto
Más allá de las anécdotas, Roberto está respondiendo en el campo. En los últimos partidos ha demostrado su instinto goleador con dos tantos que han significado cuatro puntos para el Espanyol, un equipo que no anda sobrado de pegada. “Aquí, en Primera, la que tienes debe ir para dentro”, dice con claridad.
Su excelente rendimiento y su rápida adaptación al equipo han hecho que muchos se pregunten qué pasará con él cuando llegue el próximo verano. Su contrato de cesión no incluye opción de compra obligatoria, pero sí una cláusula opcional que sube a los 10 millones de euros, una cifra que, a día de hoy, parece inalcanzable para un Espanyol en plena reconstrucción económica.

En La Grada Ràdio ya comentamos esta semana que la intención del club es buscar fórmulas para que Roberto siga vistiendo de blanquiazul. Una de las opciones que se barajan es negociar con el Braga una nueva cesión para la próxima temporada, algo que permitiría al Espanyol seguir contando con él sin hacer un gran desembolso.
“A ver si entre todos podemos hacerlo realidad”
Roberto es consciente de que su futuro no depende solo de él, pero no oculta su deseo de seguir en el club. “Quiero seguir aquí, es un sitio que me gusta mucho”, insiste. Y aunque sabe que los 10 millones de su opción de compra son una barrera difícil de superar, lanza un guiño a la afición y al club: “A ver si aportamos algo entre todos y lo podemos hacer realidad, ¿no?”.
De momento, él sigue haciendo lo que mejor sabe: pelear cada balón, no dar una jugada por perdida y aprovechar cada oportunidad cara a puerta. Mientras, el Espanyol buscará la manera de que su “Toquerto” particular siga vistiendo la blanquiazul.
