El RCD Espanyol anunció ayer el fichaje del delantero Roberto Fernández, procedente del SC Braga, que tiene la ardua labor de dinamizar un ataque del conjunto blanquiazul que en los últimos años ha sido liderado por grandes referentes goleadores. Pero este refuerzo ha generado opiniones para todos los gustos entre los pericos: unos lo perciben como una apuesta necesaria y prometedora, otros como el reflejo del progresivo empequeñecimiento de un club que la última década supo contar con punteros de elite sin lograr retenerlos. Entre 2015 y 2023, en un escenario inimaginable a día de hoy, el Espanyol disfrutó de las mejores versiones de cuatro grandes delanteros nacionales que ciertamente dejaron huella con sus cifras: Gerard Moreno, Borja Iglesias, Raúl de Tomás y Joselu. Posteriormente, se unió a este póker de arietes españoles un goleador danés, Martin Braithwaite. Pero sus grandes aportaciones no evitarían que les quedara poco tiempo para crear un proyecto estable a su alrededor.
Pasado glorioso, pero salidas polémicas
En 2015, Gerard Moreno regresó al Espanyol por menos de dos millones de euros procedente del Villarreal. En el último año de su segunda etapa como blanquiazul marcó 19 goles (16 en Liga y 3 en Copa), siendo además el máximo goleador del equipo durante varias temporadas. Sin embargo, en 2018 fue vendido al Villarreal por 20 millones dejando un mal sabor de boca en los pericos.
El hueco que Gerard dejó lo vino a ocupar Borja Iglesias, que llegó entre dudas tras la importante inversión realizada en parte gracias a lo que supuso la venta del de Santa Perpètua. Contra todo pronóstico, el ‘Panda’ hizo un gran papel, anotando 17 goles en su única temporada como perico. Pero su marcha al Betis por 28 millones, aunque lucrativa, añadió una página más a la frustración de no poder retener a sus estrellas clave.
Su sustituto, Raúl de Tomás, llegado en el mercado de invierno a cambio de 22,5 millones, cifra récord en un refuerzo de enero, se convirtió en un ídolo indiscutible durante el tiempo que vistió la blanquiazul gracias a sus 44 goles. Su marcha al Rayo Vallecano por apenas 8 millones estuvo llena de conflictos internos, que dañaron su legado.
Y, una vez más, la historia se repitió con Joselu, que brilló como zarra de LaLiga con 16 goles y se ganó vistiendo la blanquiazul un puesto en la selección española absoluta. Pese a su aportación, el atacante gallego abandonó el Espanyol rumbo al Real Madrid en una operación que apenas benefició económicamente al club catalán.
Braithwaite, el último gran referente
El descenso a Segunda división trajo consigo la irrupción como goleador de Martin Braithwaite, que marcó 22 goles para convertirse en el máximo goleador de la categoría. Sin embargo, su salida también estuvo rodeada de desacuerdos contractuales. Paradójicamente, el danés suena ahora como un posible inversor interesado en adquirir el club, en una de esas historias que hablan sobre complejidades del Espanyol actual.
Roberto Fernández, un desafío monumental
En ese sentido, Roberto Fernández se suma a un Espanyol con un pasado reciente difícil a la hora consolidar figuras importantes en ataque. Su perfil puede encajar con las necesidades del actual equipo, aunque su fichaje no deja de levantar incógnitas. Y no sólo tiene el desafío de marcar goles sino también de devolver la esperanza a unos aficionados que se han acostumbrado a grandes delanteros que han dejado su huella pero también profundas cicatrices. Sólo el tiempo dirá si Roberto se sumará a esa gloriosa lista de goleadores del conjunto blanquiazul o si su estancia en la entidad, que en principio será breve, será un capítulo más de la historia reciente de un Espanyol que busca con urgencia recuperar la grandeza perdida.
