La Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, reunida este lunes ha decidido proponer sanciones ejemplares para los participantes en la trifulca surgida en Cornellà antes del decisivo encuentro de playoff de ascenso entre RCD Espanyol y Real Oviedo, celebrado en junio del año pasado.

Dieciséis personas pertenecientes a las aficiones de ambos equipos que intervinieron activamente en los altercados han recibido propuestas de sanción de 4.000 euros cada uno y también de prohibición de acceso a los recintos deportivos durante 12 meses. Los hechos ocurrieron en una avenida cercana al RCDE Stadium y levantaron una enorme alarma en el municipio, siendo necesaria incluso la intervención de efectivos policiales para restablecer el orden.
Llamada de atención contra la violencia en el deporte
Con esta propuesta, la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte subraya la gravedad de los hechos y de un tipo de conductas que no encajan en los eventos deportivos. Dicha comisión se reúne quincenalmente y está integrada por representantes del CSD, el Ministerio del Interior, Policía Nacional, Guardia Civil, Real Federación Española de Fútbol, LaLiga, ACB y la Fiscalía General del Estado.
Reacciones en Cornellà: los vecinos piden medidas ante los incidentes recurrentes
Esta pelea ha reabierto el debate en Cornellà de Llobregat sobre los problemas derivados de la presencia del RCDE Stadium en el municipio. La asociación de vecinos aprovechó la situación para alzar la voz, denunciando que hechos de este tipo generan malestar que afecta la convivencia. Entienden que llevan años sufriendo este tipo de situaciones, desde cortes de tráfico a altercados violentos como el vivido en el partido del Oviedo, y entienden que las medidas adoptadas deben ser más contundentes y deben ser adoptadas preventivamente.
En cualquier caso, las sanciones económicas y la prohibición de acceso a recintos deportivos durante un año para los implicados no solo actúan como castigo sino también como claro mensaje: la intolerancia y la violencia no tienen sea cual sea la circunstancia cabida en el deporte.
