El Espanyol Femenino sigue peleando con uñas y dientes por la permanencia en este año del regreso a la Liga F. Con el deseo de consolidarse nuevamente en la élite del Futfem nacional, las blanquiazules afrontan una semana que puede ser clave: tras un meritorio empate en el campo del Atlético de Madrid, un conjunto que está luchando en la parte alta de la tabla, el equipo de Sara Monforte se mantiene fuera de la zona de descenso, aunque con un margen mínimo de dos puntos, antes de recibir este sábado, a las 18:30 horas, a la UD Levante, un rival directo en la lucha por la salvación. Un partido que puede marcar un punto de inflexión en la temporada y en el que la afición perica jugará un papel fundamental.
Sara Monforte, en estos momentos la única entrenadora mujer de la Liga F, cambió el pasado verano el banquillo del descendido Villarreal por el del Espanyol. Estuvo seis temporadas al frente del conjunto groguet, en la que empezó como entrenadora tras colgar las botas siendo jugadora del Zaragoza CFF. Como futbolista defendió las camisetas del Panteras de Castellón, Levante, Villarreal, Colegio Alemán, el propio Espanyol, Valencia y Zaragoza. En su primera temporada en el banquillo logró el ascenso a Reto Iberdrola, y dos temporadas después consiguió el ascenso a la máxima categoría por primera vez en la historia de las de La Plana. Durante la 2021-22 y la 2022-23 consiguió mantener al equipo en Primera división, aunque la campaña 2023-24 descendió a Primera Federación. La preparadora, que ahora busca lograr la permanencia del RCDE, ha analizado en La Grada Ràdio el momento del equipo, la importancia del choque ante el conjunto granota y el camino que debe seguir el Espanyol Femenino para lograr la permanencia. Una charla en la que la técnica castellonense ha dejado claro que sus jugadoras están preparadas para la batalla.
Enfilando la recta final del curso, hay confianza de puertas adentro en conseguir esa soñada permanencia; de hecho, la imagen que transmite el equipo es buena más allá de los resultados, que últimamente no han sido todo lo favorables que se esperaba: “Es la imagen que da a fuera, y la tenemos de puertas a dentro, el equipo rinde muy bien. Estos tres últimos partidos nos ha faltado alguna victoria, que era merecida. No considero que sea un equipo recién ascendido, es muy maduro, se puede trabajar con él y se adapta a lo que se le inculca. Es lo que se esperaba que estuviese luchando por la permanencia, pero mereceríamos estar más arriba porque somos muy buen equipo”.
Monforte insiste que “las entrenadoras nos hemos de quedar más con el rendimiento que con los resultados”, algo que a menudo distorsiona la perspectiva que se tiene de un equipo que define como “muy inteligente”, destacando la capacidad de las futbolistas de cambiar de posición adaptándose a los momentos del partido: “Todas las jugadoras saben ocupar el rol que les toca en cada momento, no sólo en posiciones fijas”.
Evidentemente, la llegada de Cristina Baudet en el mercado de invierno ha permitido dar un paso adelante: “Los entrenadores que son buenos son los que saben adaptarse a las jugadores que tiene. Cuando fichamos a Baudet le dije que ella necesitaba un equipo como nosotros, y nosotros una futbolista como elle. Tiene magia, ha venido con muchas ganas y está muy cómoda. El rombo mejora lo que las jugadoras han de hacer”.
Respecto a trabajar mano a mano con Juan Ibarra, el técnico que logró el ascenso el pasado año, ha querido destacar su papel en el equipo tras su llegada para ocupar su puesto: “Fue todo muy fácil soy una entrenadora que me gusta delegar y era importante para él sentirse importante. Dirige prácticamente en todos los entrenamientos, se lo dije desde el principio que quería que fuese importante, le he dado el rol que creo que merecía, me está ayudando mucho a mejorar como entrenadora, nos entendemos muy bien. Somos como un tándem y es lo mejor para el equipo”.
Tras destacar cómo ha cambiado el fútbol femenino desde su etapa como jugadora, en el sentido que han mejorado enormemente las condiciones, el nivel de profesionalidad y la repercusión mediática, Sara Monforte habla de la posibilidad de dirigir un equipo masculino: “Ojalá sea así, me encantaría. Me encanta estar en el Femenino, no estoy de paso que es algo que me da rabia, lo que hay que tener es una rueda en el Femenino, darle valor a la posición de valor al primer entrenador de Futfem y que no pueda entrar cualquiera. Pero tras esto, me encantaría entrenar algún equipo masculino y me veo capacitada”.
Como en el fútbol masculino, hay un problema con el arbitraje femenino; en este sentido, defiende que no tiene sentido que arbitren mujeres obligatoriamente, han de hacerlo las personas más capacitadas independientemente de su género: “Es como si dijeses que en el banquillo tuviesen que ser todas mujeres, y a lo mejor no están capacitadas. Ha de estar quien sea mejor, el género no importa”.
Monforte ha hablado de la situación de Daniela Caracas, víctima hace unas semanas de una agresión por parte de Mapi León: “Lo hemos vivido con tranquilidad, intentando ayudar a la jugadora. Fueron al principio unos días difíciles para ella, le fue muy bien ir a Colombia. Está valorando todas las vías posibles, ha hablado con quien ha de asesorarla para tomar una decisión. Ha de valorar lo que crea mejor para ella, a nivel personal, no ya como futbolista”.
Otros nombres propios han sido el de Amaya Martínez, una jugadora cedida por el Athletic Club que está brillando como perica: “Nuestro objetivo es que siga un año más. Tiene 20 años y se deja el alma, en cada entreno da el 100%, me parece una jugadora superimportante porque ocupa todas las posiciones”. En cambio, Arola Aparicio ha perdido protagonismo, entrando en el descuento en el anterior partido frente a las colchoneras: “Es por decisión técnica; hay muchas jugadoras, las dos porteras y 21 futbolistas de campo. En los últimos partidos ha entrado gente que ha cogido protagonismo, también depende de qué partido para decidir quién juega. Está bien, y cuando la necesitemos estoy segura que dará lo que tiene”. “Es normal que las jugadoras que no juegan se enfaden, es bueno, lo que ya no se permite es que durante la semana no tengan rendimiento, han de cambiar el chip. Estoy teniendo suerte porque es un equipo muy implicado, hace mucho para lograr el objetivo de la permanencia”, insiste la entrenadora del Espanyol femenino.
Precisamente sobre esa permanencia, afirma que “faltan unos 7 puntos más, llegar a 27 o 28”. Ojalá sea un objetivo que pueda conseguirse con la mayor brevedad posible, y las nuestras puedan tener un fin de temporada tranquilo.