Hace un par de días, un tweet del presidente de SD Espanyol, las secciones blanquiazules, Arnau Baqué, encendía todas las alarmas: “Se acerca el FINAL”.
Se acerca el FINAL 😔🔵⚪ #rcde
— Arnau Baqué (@arnaubr83) April 15, 2024
Un mensaje que refleja el desgaste personal de este activista blanquiazul por el trabajo llevado a cabo estos años para sacar adelante este magnífico proyecto, que puede acabar muriendo de éxito al haber alcanzado una gran dimensión deportiva sin ayuda de la entidad blanquiazul, del RCD Espanyol. En el twitch de Javier de Haro, Arnau Baqué trasladaba este miércoles que su voluntad es poner punto y final a su larga etapa al frente de SD Espanyol: “Mi intención es dejarlo a 30 de junio, cuando acaba el periodo de inscripciones para la próxima temporada. Mi intención es esa, hay un desgaste muy grande tras siete años, cinco de ellos como presidente. Estoy teniendo problemas en mi vida personal y familiar por esta dedicación, que también me está trayendo problemas de salud. Estoy intentando aguantar por si hay un relevo en el club, que hace que secciones pueda entrar en la entidad y me pueda ir dejando a SD Espanyol en buenas manos”. Cuestionado por si su decisión es definitiva, reflexionaba: “No hay nadie insustituible, yo el que menos, pero tampoco quiero que SD Espanyol desaparezca y necesito encontrar un buen relevo e implicación de la gente, si me voy no puedo dejar el club colgado. Estoy en una situación delicada”.

En los próximos días ha de producirse una reunión con la junta de SD Espanyol para abordar entre otros estos temas, y también analizar el futuro del club polideportivo: “La situación económica en que está el club SD Espanyol, es que estamos casi sobredimensionados, por encima de nuestras posibilidades económicas. Si sube el vóley serían 5 secciones en categoría nacional y son muchas. Se hace difícil. Hay que hacer un planteamiento, el esfuerzo es inmenso cada temporada y necesito un relevo en el Espanyol, si no esto acabará cayendo”. Baqué, que reconoce que ha tenido sus temas personales y profesionales descuidados por esta dedicación a las secciones, insiste en que para seguir creciendo hace falta el apoyo del club, del RCD Espanyol, y no necesariamente en el tema económico sino en reconocimiento y apoyo; en esta coyuntura, únicamente la perspectiva de que haya un cambio de propiedad le hace mantener la esperanza: “Estamos en un presupuesto este año de unos 350.000 euros para los 22 equipos que tenemos… La cabeza me dice algo que el corazón no quiere ejecutar, y me suelo llevar más por la cabeza, lo que me ha traído muchos problemas. La posibilidad de un cambio inminente en la propiedad del Espanyol es lo que me mantiene. Si el horizonte que nos espera es aguantar tres años más de Rastar, no sé… Si del club tuviese un reconocimiento, me daría la vida. Cuando voy a buscar un espónsor he de explicar mil cosas absurdas, como si somos o no Espanyol o por qué no llevamos el escudo… es muy complicado. Yo me siento a veces un enemigo de la directiva sin quererlo ser, cuando el club no es capaz de poner un tuit deseando suerte a nuestros equipos, ¿es que eso cuesta dinero, eso va en contra del club? He visto al Espanyol hacer tuits para agradecer cosas a Aduriz, que no sé qué relación tiene con el Espanyol, son cosas así las que me van minando”. Baqué, ante la perspectiva de la llegada de unos nuevos propietarios, confía en que sean más receptivos cara a apoyar al multideporte de lo que han sido Chen Yansheng y Rastar al largo de estos años: “Si llega una nueva propiedad y acepta a SD Espanyol y la quiere llevar a su manera, yo me aparto, ya habré cumplido la misión de poner el club en marcha. Lo que quiero es una reacción por parte de la directiva del club”.
Baqué, que explicaba que la última reunión con la directiva del RCD Espanyol data del verano pasado, cuando se les propuso convertirse en una peña, algo que considera “inviable”, también admitía que este año ha tenido decepciones por la escasa respuesta por parte del espanyolismo en momentos puntuales, y por el hecho que tampoco se hayan enganchado pese a poner en marcha secciones muy reclamadas como las de baloncesto y fútbol sala. Otro problema es la dispersión de sedes, para lo que sigue trabajando para lograr ubicarse en el pabellón del carrer Lleida, aunque en su día también propuso al club aprovechar algún espacio en sus terrenos para construir una pequeña instalación con capacidad para unas 1.000 personas cuyo uso sirviese para los equipos del mismo club. “Hemos llegado a un techo deportivo si no hay una mayor implicación del espanyolismo en general o del club”, remataba a modo de resumen el presidente de SD Espanyol.