El equipo de hockey patines de las SD Espanyol tuvo un debut casi soñado en la OK Liga Plata. Seguramente, antes de empezar el encuentro, los blanquiazules hubieran firmado el empate ante el Alpicat. Y es que recibían a uno de los claros candidatos al ascenso y se trataba de su estreno en la segunda categoría del hockey estatal. Sin embargo, tras jugar el partido, la igualada dejó una sensación agridulce, ya que los pericos llegaron a ponerse con un 5-0 de ventaja y desperdiciaron esa renta en apenas tres minutos. Ese fue el tiempo que necesitaron los ilerdenses para empatar.
Aun así, el balance del choque es positivo para el técnico Bernat Bosch, que cree que sus jugadores protagonizaron un partido “muy bueno” en líneas generales y que deben “estar contentos”. Sí que considera que quizá se relajaron un poco cuando vieron el marcador a favor con tan pocos minutos por delante. “Lo teníamos todo de cara, incluso creo que estábamos más cerca del 6-0 que del 5-1, pero un gol lo cambia todo a nivel psicológico”, comenta el preparador.
Lo cierto es que los pericos protagonizaron una primera parte muy buena en la que lograron una ventaja de cuatro goles. Tras unos primeros compases de tanteo, Arnau Güell -uno de los fichajes del verano- abrió el marcador sobre el minuto 10. Luego llegaría el turno de los más veteranos en el equipo, ya que antes del descanso ampliaron la renta Pablo Ricart y José López (este último en dos ocasiones). El partido pintaba muy bien para los blanquiazules y la cosa todavía mejoraría al inicio de la segunda parte, cuando a los diez minutos de la reanudación, Güell hizo el segundo tanto de su cuenta particular.
Pasaban los minutos y el triunfo perico cada vez parecía más cerca. Sin embargo, el Alpicat no se dio por vencido y, entre insistencia y algo de fortuna, logró igualar el choque de forma espectacular, en apenas tres minutos. Joan Ramon Serret hizo los dos primeros, mientras que Alsina logró el tercero. Una falta directa permitió a Serret cerrar su triplete poco después y a poco menos de cinco minutos para el final, Raúl Fernández puso las tablas en el marcador. Tras el encuentro Bosch comentó que “si hay un equipo que es capaz de remontar un 5-0 ese es el Alpicat. Tienen mucha velocidad, no se rinde nunca y juega igual, tanto si va por delante como si no”. Por suerte, los pericos pudieron frenar la sangría justo a tiempo y salvar al menos un punto.
Seguramente, con el paso de los días, los de Bosch valorarán mucho más el empate logrado ante uno de los aspirantes al ascenso a OK Liga. Desde luego, tres minutos del partido no pueden empañar el debut histórico de Seccions en categoría estatal, sobre todo porque las sensaciones durante el resto del encuentro fueron muy positivas. “El primer partido siempre es difícil. Tenemos que valorarlo positivamente, porque hemos roto el tema del debut y hemos visto que podemos plantar cara a uno de los equipos más duros de la categoría”, comenta Bosch.
En casa ajena
La lluvia también le jugó una mala pasada a Seccions, ya que obligó a cambiar la sede del encuentro a última hora. Así, en lugar de jugarse en la pista de La Sagrera, que es donde entrenan los pericos y donde han jugado las últimas temporadas, se disputó en el Camp del Ferro, en el distrito de Sant Andreu y una pista que los blanquiazules no conocían.
Tras el debut como local, los de Bernat Bosch ya piensan en el próximo partido, en el que querrán hacer bueno el punto logrado contra el Alpicat. En esta ocasión, les tocará hacer su primer desplazamiento fuera de Catalunya para enfrentarse al Burguillos extremeño. Una nueva experiencia para un equipo que promete dar guerra.
Llàstima nois. No baixeu la moral i endevant.