Era uno de esos partidos en los que los tres puntos no se podían escapar y el equipo de hockey patines de las SD Espanyol no defraudó. Los blanquiazules se impusieron por 4-2 al Burguillos extremeño en un buen partido de los de Bernat Bosch, que se pusieron con una clara ventaja en el marcador (3-0) y que luego supieron aguantar el intento de reacción de su rival. El conjunto dirigido por Joan Doncel logró colocarse a un gol de distancia de los pericos (3-2) en una situación que se mantuvo durante 12 minutos. Los de Bernat Bosch aguantaron bien la presión, espantando los fantasmas de otros partidos de esta temporada. Al final, con el tiempo a punto de agotarse, Marc Carrasco logró de falta directa el gol de la tranquilidad (4-2).
El técnico de SD Espanyol explica que es algo que habían hablado durante la semana y también al descanso del duelo ante el Burguillos, ya que “en las segundas partes el equipo estaba sufriendo. Nos pasó por ejemplo ante el Alpicat. Esta vez el equipo supo aguantar y esto nos debe dar confianza”, apunta Bernat Bosch. El partido estuvo condicionado por la situación en que se encontraba la pista de La Sagrera, algo sucia. Este hecho hizo que resbalara mucho, lo que afectó al juego de los dos equipos. “Por eso era importante marcar primero”, remarca el entrenador blanquiazul. Lo lograron los pericos cuando ya se habían disputado 12 minutos de juego por medio de un tanto de Martí Norberto y aprovechando una superioridad numérica, aunque poco antes habían fallado la falta directa. Con ese marcador se llegó al descanso, y a la vuelta de vestuarios, en apenas cinco minutos, los pericos lograron poner tierra de por medio con tantos de Marc Carrasco e Iker Casado, uno de los nuevos fichajes de este invierno y que ya ha visto puerta en dos partidos consecutivos. El encuentro parecía más o menos encarrilado, pero la segunda parte todavía debía deparar muchas emociones.
El Burguillos no se dio por vencido y buscó la reacción ante SD Espanyol. Apenas un minuto después del 3-0, Arnau Robles recortaba distancias y, cuando quedaban unos 12 minutos y medio, Marc Montilla (el hombre más determinante del Burguillos) hacía el 3-2 para hacer cundir el nerviosismo entre las filas pericas. Justo antes, los blanquiazules habían desaprovechado una falta directa que había podido significar el 4-1. Sin embargo, esta vez los de Bernat Bosch supieron aguantar el marcador y mantuvieron la ventaja hasta el final, incluso cuando el Burguillos decidió jugar con cinco jugadores de campo. De hecho, en los últimos instantes del encuentro, el Espanyol aprovechó una falta directa y, esta vez sí, la lograron transformar por medio de Marc Carrasco. Tras el choque, Bosch comentó que se iban muy satisfechos, porque eran tres puntos que “teníamos que ganar sí o sí”. Con 12 unidades ya en la clasificación, este sábado se enfrentan a otro equipo de la zona baja, el Vilanova.