Este sábado, el RCDE Stadium vivirá un momento especial cuando Sergi Darder, uno de los referentes recientes del Espanyol, regresa por primera vez al que fue su hogar, pero esta vez defendiendo los colores del Mallorca. Tras una salida convulsa del club, Darder se enfrenta a un reencuentro con la afición perica que augura ser tan emotivo como controvertido.
Darder, ante el partido más difícil, su regreso a Cornellà.
💬 “No fui egoísta y miré por el bien del Espanyol. Luego la hostia te la llevas después”.
📌 También desvela que renunció a la capitanía…
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— Relevo (@relevo) October 2, 2024
En declaraciones concedidas a Relevo, el mallorquín ha hablado abiertamente sobre su proceso de salida del Espanyol, detallando cómo su relación con el club se estaba deteriorando. “Trabajadores que van cambiando… Al final tienes tratos, porque conoces muy bien cómo funciona un club cuando llevas tantos años, y hace que llegues a medio acuerdos verbales. A mí me queda un año de contrato y yo no iba a renovar en ese momento porque no veía un proyecto de futuro en el Espanyol. Decía ‘vamos a ver cómo pasa la temporada’, que fue la del descenso, y ya veremos. Al final, seguramente por no ser egoísta y mirar por el bien del club, renuevo. ¿Qué haces? Te llevas la hostia después. Yo dije que cuando me quiera ir, si pasa, si mi cabeza no me permite seguir aquí, estemos en Primera o Segunda o donde sea, ¿qué va a pasar? ‘No te preocupes, te abriremos la puerta’. Después, cuando tú dices, ‘mira, no estoy bien, me quiero ir’, es cuando directamente te cierran la puerta. Creo que fui demasiado poco egoísta y seguramente miré demasiado por el club, renovando cuando no tocaba. Que nadie puso una pistola, renové porque quise. Pero por un tema de seguramente mirar más por el otro lado. Después ya llegas a un cansancio normal de estar tantos años en un equipo y quieres salir donde sea. Lo primero que pensé fue irme de España, no quería quedarme, cuanto más lejos mejor. Luego ves que te ponen complicaciones, que también es lícito que cada uno, cada club mira por su bien”. Para Darder, su salida fue una lección dura, en la que considera que “no me valoraron lo suficiente” tras años de servicio en el club.
Su marcha estuvo marcada por el silencio. “Yo no voy a mentir, me quería ir y yo forcé mi salida. No forzar de poner una pistola o no entrenar, simplemente ir al entrenador y decirle ‘yo no quiero estar aquí’. Yo había pasado una medio depresión, vamos a llamarlo así, y no quiero volver a repetir esa historia”, revela. Además, confiesa que renunció a la capitanía antes de marcharse: “Yo no soy nadie ahora mismo, no estoy preparado como para ser el ejemplo de nadie”
A pesar de la tensión, Darder no guarda rencor hacia el Espanyol ni su afición. “Yo le voy a estar toda la vida agradecido al Espanyol, siempre seré del Espanyol“, afirma, reconociendo que le habría gustado salir mejor del club. Sin embargo, es consciente de que no toda la afición le guarda cariño: “En Lyon soy querido, seguramente habrá hecho mucho menos que en el Espanyol. Y yo sé que en el Espanyol ahora mismo, por gran parte seguramente lo seré, pero por otra parte sé que no soy querido”.
El próximo sábado, Darder se enfrentará no solo a su antiguo equipo, sino también a un cúmulo de emociones personales. “Será un día para mí muy especial, con muchas ganas de que llegue, de ver amigos… Para mí es muy especial volver”, asegura, aunque sabe que no será fácil: “Ya he jugado en el Málaga teniendo un campo entero que te insulta y que te dice de todo. Seguramente no será todo el campo, ni mucho menos. Ojalá poder jugar ese día, tengo esa ilusión pero será un día a nivel emocional complicado. Sé que mucha gente va a pitar”.
Sergi Darder afirma que dijo no al Barça por respeto al Espanyol
Darder también habla de otros temas, como de la posibilidad más o menos real de haber podido fichar por el Barça: “Cerca no he estado nunca. Estuve allí unos días antes de ir al Espanyol, de pequeño. La compañía que tuve en ese momento en La Masia, que me tocó dormir ahí un par de días… Se me hicieron seguramente los dos o tres días más largos de mi vida. Y es una experiencia que no volvería a repetir, no por un sentimiento hacia el Espanyol o menos hacia el Barça. Con 13 años te meten solo en un sitio, era muy complicado. Es una experiencia a nivel individual, no te voy a decir traumática, pero sí que no fue positiva. Seguramente me hubiese metido en la del Madrid, o en la del Atlético o cualquier otra y me hubiera pasado lo mismo. No tengo un buen recuerdo. Cuando vas a prueba no te valoran tanto. Fueron unos entrenos, cuando terminó me dijeron ven otra semana y dije no, no quiero repetir esa experiencia. Entonces ya directamente es cuando pasa el campeonato de Baleares y aparecen más equipos y ahí tengo la suerte de poder elegir, ir a un sitio fijo y elegir un poco dónde quieres ir, no ir obligado a un sitio por nombre”.
Sobre la comentada llamada de Xavi Hernández coincidiendo con su salida del RCDE, recuerda: “Ha pasado tiempo ya, pero son cosas que no me gusta contar por respetar la privacidad de los entrenadores. Si algún día soy entrenador tampoco me gustaría que saliesen los jugadores a los que llamo a decirlo. Evidentemente se sabe, no fui yo quien lo filtró. Son situaciones donde coincides por temas de niños en diferentes lugares y a partir de ahí pues un trato como con cualquier futbolista o entrenador al que ves. El hecho de ir al mismo colegio (sus hijos y los de Xavi), lo ves de vez en cuando y ‘pues que te quiero llamar’. Hablas y no hay ningún problema, pero son conversaciones que te las guardas un poco para ti. Él se portó increíblemente bien conmigo desde el primer día y se merece un respeto y guardar nuestra conversación. ¿Por qué no abrí la puerta? En ese momento escuchas, evidentemente. Cuando te llama el Barça, pasas días jodidos, no porque lo valores, sino porque dices ‘el problema es que todo lo que me vaya a llegar después de eso lo voy a ver mal’. Cuando te llama un equipo de ese nivel, todo lo demás lo vas a ver peor. Por eso se hizo tan fuerte la opción del Mallorca. Irte a un equipo que juega Europa ya lo ves poco en comparación con el Barça y tienes que tirar de sentimiento. Entonces era o quedarme en el Espanyol, que era una opción que por mi cabeza no existía, pero no por categoría ni mucho menos, sino por necesitar un cambio de aires, o venir a Mallorca. O ya desaparecer e irte a otro país a vivir experiencias. Eran las opciones que barajaba. No fui al Barça por respeto al Espanyol. Por eso me duele tanto haber salido mal de ahí y que no se me valore tanto el hecho de no estar ahí [ir al Barça]. Yo lo hice únicamente por un tema de respeto al Espanyol. Seguramente otros jugadores en mi situación habrían ido al Barça pero yo no por un tema de respeto e intentar salir bien del club que a mí me lo ha dado todo, y le voy a tener siempre un cariño. Esto hace que me duela en parte salir mal de ahí. Yo creo que hice cosas muy buenas respetándoles a ellos”.