Pasados ya muchos meses de su marcha, no se puede decir que dos de los futbolistas que el pasado verano forzaron su marcha del Espanyol para emprender nuevas aventuras profesionales –César Montes en el Almería y Sergi Darder en el Mallorca- estén viviendo situaciones fáciles en sus respectivos clubes. Por un lado, el central azteca sigue viviendo desde la enfermería su particular drama por la penosa situación del equipo Almeriense -que está condenado, salvo milagro de proporciones bíblicas, al descenso a Segunda división-. Por otro lado, Sergi Darder sigue sin ser el hombre determinante que esperaba ser con su retorno a Ses Illes. El ex del Espanyol, en una reciente entrevista a ‘Deportes Cope Baleares’, expresaba todo lo que siente en su primera temporada en el RCD Mallorca, en la que, como decimos, aún no se ha visto su mejor versión, y también recordaba lo que vivió en el club blanquiazul. En sus primeros meses con la camiseta bermellona, las altas expectativas de la afición y suyas propias parecen haberle pasado factura; siendo uno de los fichajes más caros de la historia del club balear, no acaba de encontrar su sitio en un equipo el de Javier Aguirre que no juega a partir del balón, sino que se basa en la solidez defensiva y el juego directo. Darder, en la citada entrevista, explica sobre su traspaso al Mallorca tras finalizar la dura temporada con el Espanyol que “llegaban ofertas de equipos y yo le decía a Abdón Prats, quizá será dentro de un par de años cuando venga. Pero al final quise venir, rechacé cosas deportivas y económicas, quizá más fuertes, pero fue un esfuerzo por ambas partes”.
Sergi Darder se siente liberado tras dejar el Espanyol
Pese a afirmar entonces sentirse liberado por dejar el Espanyol, no están saliéndole las cosas como esperaba: “Quizá se espera de mí un jugador que no soy, ha habido gente que me ha comparado con Kang-In Lee cuando diría que soy más parecido a Galarreta. Esperan que marque diferencias con asistencias y goles, que tengo que marcar diferencias ofensivas porque se me ha fichado para eso, pero no soy ese jugador, debo hacer jugar al equipo, y que a un jugador tipo Kang-In le llegue ese balón. Hay dos delanteros y tengo que intentar que le lleguen esos balones, sea a ellos o a través de los carrileros. A veces la gente espera unas cosas de ti que no puedes dar. Dicho esto, autocrítica máxima porque en lo que se espera de mí tampoco he estado bien. La culpa es mía por no haber estado a ese nivel que debo dar. He hablado tanto con Javier Aguirre como con Toni Amor. Yo debo ver el fútbol de cara y estamos de acuerdo en eso”. De todos modos, se pone a disposición de la entidad mallorquinista por lo que respecta a su futuro: “¿Preocupado? Cuando sabes que las cosas no salen como quieren no puedes fingir irte contento, lo fácil sería decir ‘he firmado 5 años y me da igual si ganamos y perdemos y si juego bien o no’ y ni mucho menos. Yo lo último que seré es una molestia para nadie, si el club me dice que se arrepiente de mi fichaje y me he de ir, soy el primero que si el club va adelante, cualquier jugador y cualquier cosa”.
El sufrimiento de Sergi Darder con los descensos del Espanyol
En cuanto a las críticas que hay tras cada partido por parte de algunos en las redes sociales, Sergi Darder afirma que “desde que tengo psicólogo no me llega, soy consciente, no hace falta ser muy listo para saber que no estoy dando el nivel todavía y que la crítica forma parte de cualquier persona expuesta. Es muy fácil criticar tras un avatar. Fue uno de los primeros temas que hablé con el psicólogo; hay gente que escribe algo y a los cinco minutos se olvida, ¿esa persona me va a amargar a mí el día? Entiendo que la crítica forma parte del fútbol, pero que sea desde el respeto. Muchas veces hay 100 comentarios positivos y luego uno negativo y ese sobresale, eso no te puede afectar”.
Sobre su experiencia en los últimos años y el sufrimiento con los descensos con el Espanyol, insiste en que necesitó la ayuda de su psicólogo deportivo porque “me veía como un jugador de tercera regional, mi carrera iba cuesta abajo sin frenos. El primer descenso del Espanyol veía problemas gigantes que no lo eran, me tiraba horas y horas encerrado en una habitación. Era un jugador de primera que en mi cabeza pensaba que no valía ni para jugar en Tercera. Te afecta, hay que explicar estas cosas porque muchas veces se olvida que los jugadores somos personas”.