Sergi Gómez vuelve a escena. Y lo hace, como era su deseo, lejos de casa. El que fuera capitán del Espanyol en las últimas cuatro temporadas está a punto de convertirse en nuevo jugador del Alverca, tal y como ha avanzado el diario portugués Récord. El central catalán de 33 años ya ha aterrizado en Lisboa para pasar el reconocimiento médico y cerrar su fichaje por dos temporadas con el club del Ribatejo.
La operación se ha gestado con sigilo, casi sin hacer ruido, pero puede considerarse como uno de los movimientos más destacados en la historia reciente del Alverca. No cada día se ficha a un campeón de la Europa League. Porque sí, aunque algunos lo olviden, Sergi Gómez formó parte del Sevilla que levantó el título continental en 2020, además de contar en su vitrina con una Supercopa de España, una Euro Sub-19 y una llamada a la selección absoluta que, aunque no llegó a materializarse en debut, sigue pesando en su currículum.
Libre tras acabar contrato con el Espanyol este verano, el defensa ha elegido Portugal por delante de otras propuestas. Según explica Récord, su decisión pasa por un proyecto en el que se siente valorado y donde podrá seguir compitiendo a buen nivel, pese a que el Alverca no sea uno de los gigantes del país. Su nuevo equipo arranca la temporada este mismo domingo ante el Moreirense.
Formado en La Masia, debutó con el primer equipo del Barça allá por 2010 de la mano de Pep Guardiola. Después llegaron el Celta, el Sevilla y finalmente el Espanyol, donde fue indiscutible en su primera etapa, vivió un ascenso y ejerció de capitán. Su salida, sin embargo, no fue especialmente mediática: el club no le renovó y él optó por no aceptar ninguna de las ofertas que tuvo en España, probablemente porque no le convencían ni deportiva ni emocionalmente y por su deseo de probar una aventura en el extranjero.
Ahora le toca empezar una nueva etapa en Portugal, un destino poco habitual para futbolistas españoles de su perfil, pero que encaja con lo que está buscando: continuidad, estabilidad y un entorno donde pueda sentirse importante. No hace tanto que vestía de blanquiazul en Primera, pero el fútbol da muchas vueltas, y Sergi Gómez parece tener claro que todavía tiene cuerda para rato. Portugal será testigo.