Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha lanzado un mensaje claro a Joan Laporta en plena efervescencia mediática sobre posibles grandes movimientos del FC Barcelona en el mercado de fichajes. Desde Vila-real, y con tono medido pero firme, Tebas recordó este fin de semana que el club azulgrana sigue sin cumplir las condiciones necesarias del fair play financiero y que, por tanto, no podrá abordar incorporaciones de primer nivel sin antes corregir su situación económica.
“¿Si el Barcelona podrá fichar este verano? El FC Barcelona sabe lo que tiene que hacer para cerrar grandes fichajes. Esperamos que haga los movimientos que debe hacer y consiga a los jugadores que quiere”, declaró Tebas. No se trata de una amenaza directa, pero sí de una advertencia inequívoca ante el discurso oficialista que en las últimas semanas ha tratado de proyectar una imagen de estabilidad financiera desde el entorno azulgrana, y en un mmento en que la prensa afín al entorno azulgrana insiste que tras abonar lo 25 millones de euros de la cláusula de rescisión de Joan García, portero del RCD Espanyol, se le garantizará la inscripción.
El cambio de postura del dirigente de LaLiga es evidente. Hace apenas unos meses, Tebas mostraba una visión mucho más benévola con la gestión de Laporta, asegurando que el Barça podría fichar porque “estaba haciendo las cosas bien”. Hoy, la narrativa es muy distinta. El detonante: dos operaciones que LaLiga considera claramente irregulares.
Por un lado, según explica El Triangle, los ingresos declarados por Barça Studios en los ejercicios 2022 y 2023, que ascendían a 408 millones de euros, de los cuales solo 55 se han materializado realmente. Por otro, la supuesta comercialización de 475 asientos VIP que el propio auditor del club, la firma Crowe, no ha validado al considerar que no cumplen los requisitos contables exigibles. Esta última maniobra, de hecho, fue clave para permitir la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor, dos futbolistas que, según LaLiga, no contaban con licencia conforme a los protocolos del control económico.
Ambos casos están ahora bajo la lupa de la Audiencia Nacional, que deberá pronunciarse sobre su legalidad. Se trata de una resolución que podría tener consecuencias trascendentales no solo para la directiva del Barça, sino también para la credibilidad de la propia LaLiga.
Mientras tanto, Laporta sigue deslizando nombres como Luis Díaz, Rafael Leao o el citado portero del Espanyol, en lo que muchos ven una estrategia de distracción que no se ajusta a la realidad contable del club. A día de hoy, el Barça continúa excediendo el límite salarial, tal y como ya se comunicó oficialmente en abril. No ha podido formalizar aún la inscripción completa de Olmo y Pau Víctor, ni regularizar las renovaciones pendientes de jugadores clave como Gavi, Pedri, Araújo o Lamine Yamal.
A todo ello se suma la indemnización por la destitución de Xavi Hernández, el nuevo contrato de Hansi Flick y las primas derivadas de la conquista de Supercopa, Copa del Rey y LaLiga. Una carga que dispara la masa salarial y dificulta todavía más la regularización de la plantilla.
En este contexto, el enfado de Tebas se entiende también por la reacción de Laporta tras el rechazo de Crowe a validar la operación de los asientos VIP. El presidente azulgrana emitió un comunicado muy crítico contra Tebas, insinuando incluso una posible denuncia, lo que supuso una ruptura en la ya tensa relación entre ambas instituciones.
Desde el resto de clubes también se empieza a expresar abiertamente el malestar por lo que muchos consideran un trato de favor hacia el FC Barcelona. El presidente del Athletic Club, Jon Uriarte, fue contundente tras los recientes incidentes en San Mamés: “Masip habla de animadversión. Yo diría más bien que es cansancio. La gente quiere claridad. Se habla de pagos a Negreira, de problemas para inscribir jugadores, de palancas… y nunca pasa nada. Eso cansa. A nosotros nos llamaron ‘malditos vascos’”, afirmó.
