Estaba convocada a las 19.30 horas delante de las oficinas del RCDE Stadium una protesta pacífica de aficionados del Espanyol contra la directiva y Chen Yansheng. Nacida en la red social Twitter, se esperaba que tuviera seguimiento, pero lo cierto es que apenas una veintena de pericos se acercaron a mostrar su descontento contra la gestión del presidente.
Es cierto que poco a poco se fue sumando más afición, pero diez minutos antes de que diera comienzo el Espanyol-Villarreal CF desapareció todo tipo de protesta. Mientras duró, seguidores blanquiazules con pancartas en contra de Chen Yansheng y cánticos en contra del presidente, de la directiva, y de Mao Ye, CEO del club: “No queremos un traductor, queremos un CEO”, en alusión a la entrada de Ye en el club cuando Chen Yansheng se hizo con la propiedad del Espanyol.
Pese al poco éxito de la iniciativa, los asistentes aseguraron que repetirán cada partido en el que el Espanyol actúe como local más allá de que sean diez o un millar. Las ganas de mostrar su descontento y preocupación por la marcha del club, de expresar su intranquilidad hacia lo que creen que es el camino equivocado hacia el que va el Espanyol, son las que llevan a estos socios a quejarse. Y prometen seguir haciéndolo.
