Lo confirma hoy Mundo Deportivo: la UE Vilassar de Mar, segundo filial del RCD Espanyol, jugará finalmente en Tercera Federación. La decisión llega después de que la RFEF desestimara los recursos del Som Maresme (el antiguo Badalona Futur), que arrastraba deudas con ex empleados y tendrá que conformarse con participar en la Lliga Èlit.
El aviso llegó de forma oficial a través de Sergi Garrido, vicesecretario general de la FCF y secretario general en funciones, tanto al presidente del Vilassar, Xevi Ramon, como al propio Espanyol. Con ello, se cierra un proceso que había generado incertidumbre durante las últimas semanas en el fútbol catalán.
Para el Espanyol, el movimiento tiene un impacto directo: su segundo filial competirá en una categoría superior a la prevista inicialmente, lo que supone un salto de calidad en la formación de los jóvenes. Contar con un equipo en Tercera Federación abre la posibilidad de que canteranos que todavía no están preparados para el Espanyol B den un paso intermedio exigente antes de pelear por un sitio en el filial principal.
El gran damnificado es el Som Maresme de Sedrak Petrosyan. El club, que el año pasado cambió de nombre tras comprar la plaza del Badalona Futur, se ve obligado a jugar en la Lliga Èlit, lo que ya ha generado malestar interno y dudas entre varios de los jugadores fichados para competir en Tercera.
En cambio, la UE Vilassar se consolida en el mapa como un socio estratégico del Espanyol, reforzando un proyecto que ya estaba definido: ser parte activa de la estructura formativa perica. Ahora, con el caramelo añadido de la Tercera Federación, el reto es mayor y la oportunidad, inmejorable.