Urko no quiso poner excusas tras la dolorosa derrota ante el Betis y transmitió un mensaje de determinación en nombre del vestuario del Espanyol. “Hemos luchado mucho, ha sido un palo muy duro pero no queda otra que ir hacia delante y a muerte en estas cuatro finales que quedan”, afirmó el centrocampista.
El vasco valoró el esfuerzo del equipo ante un rival exigente y se mostró convencido de que la salvación está al alcance: “Estamos bien, competimos contra rivales muy buenos, y al final, a pensar en los partidos que quedan que son muy importantes, hemos de darlo todo, seguro que va a llegar y nos vamos a salvar”.
Quedan cuatro jornadas y el mensaje de Urko es claro: toca apretar hasta el final.