Este pasado miércoles se confirmaba oficialmente que Víctor Gómez no volverá al Espanyol. El canterano perico, una de las últimas perlas del Fútbol Base blanquiazul, se convertía en jugador del SC Braga a todos los efectos tras haber jugado esta temporada como cedido y ser ejecutada la opción de compra que tenían los portugueses sobre él. Se recaudarán unos 2 millones de euros por un futbolista internacional con todas las categorías inferiores de la Selección nacional y que pese a los problemas endémicos existentes en el lateral derecho nunca tuvo ni las suficientes oportunidades ni la confianza para hacerse con un sitio en el equipo titular. Víctor Gómez llegó a la entidad cuando era benjamín, se fue y regresó en edad cadete. Campeón de Europa con la sub-17, debutó con el filial que competía entonces en Segunda B, siendo juvenil de primer año, y llegó a debutar con el primer equipo del Espanyol de la mano de Pablo Machín con sólo 19 años, por lo que se convirtió en uno de los máximos exponentes de la cantera blanquiazul.
Víctor Gómez: “Me hubiese gustado jugar en el Espanyol muchos años pero la situación se ha dado así”
Al ex del Espanyol Víctor Gómez hemos tenido la ocasión de escucharlo esta tarde en el twitch de Javier De Haro hablando de este momento tan especial de su carrera que ha llegado tras ese reguero de cesiones: “Es el fútbol, a algunos les toca vivir lo bueno dentro de un club y a mi me tocó lo menos bueno, descender con el equipo de tu corazón y que por decisiones de club te toque buscarte la vida en otro lado. Yo mi trabajo lo he hecho de la mejor manera que he podido, feliz de dar el paso a Braga. Me hubiese gustado jugar en el Espanyol muchos años pero la situación se ha dado así”. Muchos creen que quedó marcado por aquella acción en Valencia, el año en Segunda: “Ese año fue difícil para mi y para todo el equipo, al final un jugador como yo que venía del filial y sin experiencia en Primera, verme en una situación como esa era complicado. Pero yo intenté dar lo mejor de mi para que el equipo fuese bien. No creo que fuese por el penalti, lo puedo entender más o menos pero lo respeto, soy un trabajador del club y si éste cree que es lo que toca he de buscar la mejor opción para mi”. Preguntado directamente por si culpa a Rufete de su marcha, reflexionaba: “No te puedo decir si sí o si no… el primer año se lo dicen a mi anterior representante, le dejan claro que lo mejor era que saliese. No digo quien fue, no lo sé y no puedo decirlo, sólo sé que el club dijo que lo mejor para mi y para el club era que fuese cedido. ¿Qué Rufete no me podía ver? Si lo sabéis vosotros…” “Di lo mejor por quedarme en el primer equipo tras el ascenso a Primera, mis ganas siempre fueron quedarme y trabajé como el que más para ello. Vicente Moreno habló conmigo y dijo que le gustaba en la posición pero que prefería a Óscar, yo le dije que estaba en fase de crecimiento y que si iba a ser así mejor marchar. Éramos muchos para una sola decisión”, ha insistido: “La decisión es de club, no puedo decir que voy a marcar a Rufete porque dentro de un club hay mil voces”. Tras volver de la cesión del Málaga, ya con Catoira al mando, se le vuelve a decir que ha de marchar: “No puedo hablar de él porque no he cruzado una sola palabra con él, he llegado a presentarme en el club en la pretemporada para hablar con él pero no tuve contacto con nadie. Llegó la oferta del Braga, el club la vio con buenos ojos y me fui. El primero que no se sintió valorado soy yo porque no me dieron la oportunidad en ningún momento, desde que se me dijo que lo mejor era buscar una cesión y si podía ser con opción a compra pues busco lo mejor para mi”. “En estos últimos años que he estado cedido he crecido mucho a nivel futbolístico y mental, poder sentirte valorado en diferentes equipos te conforta, y que seas de la casa y perico, sientes que el club no me ha valorado como quería. No se han valorado las temporadas que he hecho fuera del club”, ha rematado.