No hacía falta nombrarlo. Bastó con pulsar el “play”. En pleno terremoto emocional por la marcha de Joan García al Barça, el Espanyol lanzó este jueves su nueva campaña de abonados coincidiendo con el 125º aniversario del club… y a muchos les faltó tiempo para empezar a leer entre líneas. Porque en esos pocos minutos de imágenes y frases cargadas de simbolismo, muchos seguidores vieron algo más que un simple vídeo promocional: vieron un mensaje, un desahogo, una respuesta.
El título lo dice todo: “Amor indestructible”. Y a partir de ahí, todo fue cobrando otro color. O mejor dicho, reforzando el blanquiazul. Porque entre frases como “somos fieles, resistentes y comprometidos” o “cuando todo tiembla, nosotros estamos firmes”, más de un aficionado conectó directamente con lo que, apenas unos días antes, había provocado el portero de Sallent con su beso al escudo… y su posterior acuerdo con el eterno rival.
No han pasado ni dos semanas desde que Joan se despidiera del curso con ese gesto que muchos han vivido ahora como una farsa. Y claro, cuando el vídeo dice cosas como “es un amor de hechos, no de palabras” o “nos querrán confundir, cambiar… ellos no lo entienden”, es fácil entender por qué tantos socios han interpretado este spot como un mensaje dirigido a él. Sin nombres, sin menciones, pero con una carga emocional evidente.
Incluso el marcador del legendario 6-0 al Barça en Sarrià, que aparece fugazmente en pantalla, se ha leído como un golpe de orgullo, un recordatorio de que el Espanyol puede estar herido, pero no vencido. Y que su historia, con sus cicatrices y sus gestas, vale mucho más que los 25 millones que, insistimos, aún deben depositarse en la sede de LaLiga.
Pero lo más comentado, sin duda, fue el remate final: esa voz que, casi de fondo, suelta la frase “es azulgrana el que no baile”. Una declaración que muchos han interpretado como una forma elegante de marcar distancias, de dejar claro que aquí no todo vale, y que hay decisiones que te sitúan, quieras o no, en el otro lado.

