La visita del Espanyol B al Narcís Sala ante el Sant Andreu terminó con victoria perica por 1-2, un desenlace en el terreno de juego que dejó momentos de alta tensión entre los protagonistas. Con el pitido final, los ánimos se caldearon entre jugadores y técnicos de ambos planteles con algunos enfrentamientos verbales. El intenso partido acabó con la discusión del intercambio de acusaciones en el centro del campo.
Esa situación se acrecentó con la amenaza que un seguidor local realizó a los jugadores dirigidos por Víctor Cea cuando se dirigían hacia el vestuario, en medio de un ambiente hostil que se vivió a la salida del terreno de juego.