El verano de 2015, el portero del Espanyol Kiko Casilla marchaba traspasado al Real Madrid, coincidiendo con la marcha del club blanco de Iker Casillas. La entidad de Florentino Pérez tuvo que pagar más de lo que tenía previsto, ya que inicialmente ofreció 4 millones de euros, pero Joan Collet supo sacarles más de seis para que pudieran recuperar a un jugador que había militado en sus categorías inferiores durante dos temporadas; además, se logró la cesión del actual jugador del PSG Marco Asensio. Un año antes, Casilla había renovado con el Espanyol hasta 2018, pese a las dudas que había sobre este gesto que tuvo: “Había quien pensaba que me tiraba el farol para ganar tiempo, pero yo nunca digo nada por decir. Quien no me creía, aquí estoy”, explicaba entonces, y es que ya en ese momento había muchos clubes interesados en él -sonaba ya para el mismo Madrid y para el FC Barcelona, además de tener propuestas de clubes de la Premier League-. “Estoy convencido de que empiezo una nueva etapa de mi vida en el club en el que quiero estar”, sentenciaba entonces el futbolista perico.

En el podcast ‘Offsider’, Kiko Casilla recuerda aquellos días en que marchó del Espanyol en dirección al Real Madrid. Y lo hace reconociendo que su renovación con se debió a que se sentía “en deuda” con el club perico: “Acababa contrato y me llegaban proposiciones, tenía cosas para irme libre pero me sentía en deuda con el Espanyol, no iba a marcharme sin dejar sin nada a una gente que había confiado en mí, y decido renovar perdiendo cosas”. Además, pese a lo que supuso volver al Real Madrid a nivel profesional, ” Yo hubiese hecho carrera en el Espanyol. Pero renovando le dejaba un dinero al club en un momento complicado, le venía muy bien, y el Madrid aceptó lo que el Espanyol quería. No me hubiese ido nunca, estaba muy a gusto allí. Tenía ofertas importantes de otros equipos, mis características iban bien para la Premier, pero yo estaba muy a gusto allí, tenía que ser algo como lo del Madrid”. Todo un ejemplo y una muestra de respeto que deberían seguir todos los jugadores por los que el Espanyol ha hecho en su día una apuesta, pero que desgraciadamente no suele ser habitual.