El Espanyol se apuntó un triunfo de esos que saben a gloria ante Osasuna gracias a un gol de Carlos Romero en el minuto 52. Un partido sufrido, intenso y con suspense hasta el último suspiro, pero que acabó dejando los tres puntos en casa y a los blanquiazules en el parón con una sonrisa enorme. El equipo de Manolo González salió con todo. Apenas había pasado un minuto cuando Kike García, tras un pase de Pere Milla, tuvo la primera ocasión clara. Su disparo se fue fuera, pero el mensaje estaba lanzado: el Espanyol quería mandar desde el inicio. En los siguientes minutos, Sergio Herrera tuvo que sacar un par de manos salvadoras para evitar el tanto local. Osasuna, mientras tanto, iba a remolque, pero en cuanto pudo asomarse al área, lo hizo con peligro. En el 20’, Budimir ganó la espalda tras una contra de Víctor Muñoz y obligó a Dmitrovic a intervenir. Y justo antes del descanso, Moncayola estrelló un balón en el larguero que heló a todo Cornellà. La primera parte fue un toma y daca de los que no te dejan parpadear. Tras el descanso, el guion volvió a pintarse en blanquiazul. Pere Milla tuvo un remate de cabeza que levantó al estadio, pero fue Carlos Romero quien rompió la igualdad: minuto 52, jugada iniciada por Dolan, rechace de la defensa rojilla y zurdazo del lateral que se coló en la portería. Estallido de Cornellà y 1-0 en el marcador. El Espanyol, lejos de echarse atrás, siguió apretando. Kike García no paraba de batallar y Manolo refrescó el ataque con Roberto Fernández. Los rojillos, por su parte, sufrían para tener el balón y apenas inquietaban a Dmitrovic. Con el paso de los minutos, Osasuna se la jugó al todo o nada. Víctor Muñoz y Budimir lo intentaron, pero el portero serbio del Espanyol estuvo siempre atento. El tramo final fue agónico: siete minutos de añadido, Lisci empujando a los suyos y Catena perdonando el empate a puerta vacía. El estadio aguantaba la respiración en cada jugada. Al final, Cornellà celebró una victoria de las que refuerzan. El Espanyol suma su segundo triunfo del curso y lo hace mostrando carácter, solidez y la sensación de que este año no se va a regalar nada en casa. Un gol de Romero, tres puntos y la certeza de que este equipo quiere dar guerra en Primera.