El RCDE Stadium vivió un partido grande, con la grada llena y ambiente de gala, pero el Espanyol cayó por primera vez esta temporada en casa. El Betis se llevó los tres puntos gracias a los goles de Cucho Hernández y Abde, en un choque que terminó con máxima polémica: un penalti en el minuto 102 que Javi Puado no pudo transformar. El Espanyol salió enchufadísimo, con presión alta, ritmo y ocasiones. El equipo de Manolo González tuvo la chispa de los mejores días y encontró pronto el premio. En el minuto 15, un rechace tras un córner cayó en la frontal y Pol Lozano, con una volea espectacular, abrió el marcador. Cornellà explotó y el 1-0 hacía justicia al buen arranque perico. Con la ventaja, el Betis reaccionó y tomó el control del balón. Los de Pellegrini empezaron a rondar el área de Dmitrović, aunque sin generar demasiado peligro real más allá de alguna acción a balón parado. El Espanyol, en cambio, supo adaptarse y buscó hacer daño a la contra. La tensión subió con una tangana antes del descanso, pero el 1-0 se mantuvo en el marcador. Nada más reanudarse el juego, el Betis avisó con un disparo de Fornals al travesaño y Pau López evitó poco después el segundo tanto de Pere Milla. Fue el preludio de lo que vendría. En el 60’, Cucho Hernández empató con un cabezazo cruzado tras un buen centro lateral. El partido se rompió y se convirtió en un ida y vuelta. En esa dinámica, Abde fue el más listo y culminó un contraataque para poner el 1-2. Manolo González reaccionó con cambios ofensivos -Urko, Koleosho y Kike García- y el Espanyol se volcó en busca del empate. Los blanquiazules apretaron hasta el último segundo. Roberto tuvo varias llegadas, Kike peleó cada balón aéreo y el Betis terminó encerrado en su área. Y cuando parecía que no habría más historia, llegó la jugada clave: en el minuto 97, Cabrera recibió un golpe en el área y, tras la revisión del VAR, Galech Apezteguía señaló penalti. Con el RCDE Stadium en pie, Puado asumió la responsabilidad en el 102’. Pero Pau López, ex perico, adivinó la intención y detuvo la pena máxima. El portero celebró el momento con un gesto hacia la grada que encendió aún más la polémica. El Espanyol pierde así su primer partido como local de la temporada, pese a haber generado ocasiones suficientes para al menos empatar. Tras el parón de selecciones, el equipo volverá a competir el viernes 17 de octubre en el Carlos Tartiere ante el Real Oviedo. Cornellà se quedó con la sensación de haber merecido más, pero también con la certeza de que el equipo compitió hasta el último suspiro contra un rival de peso.