El Espanyol se reencontró con la victoria en su visita al Carlos Tartiere, imponiéndose por 0-2 ante un Real Oviedo superado en prácticamente todas las fases del encuentro. El conjunto dirigido por Manolo González cuajó un partido muy completo, en el que combinó presión alta, orden táctico y acierto en los momentos clave, demostrando que el proyecto avanza con paso firme tras el parón de selecciones. La baja de Javi Puado obligó al técnico perico a modificar ligeramente su dibujo. Rubén Sánchez y Carlos Romero ocuparon los laterales, mientras que Cabrera regresaba al eje de la zaga junto a Riedel. En el doble pivote, Pol Lozano y Edu Expósito ofrecieron control y despliegue, con Pere Milla y Dolan en los extremos. En punta, la ya habitual dupla formada por Kike García y Roberto Fernández. Desde el inicio, el Espanyol marcó territorio con una presión intensa y verticalidad por bandas. Pese al dominio blanquiazul, el primer tiempo no se saldó con goles debido a la magnífica actuación del guardameta local, Aarón Escandell. El portero del Oviedo se mostró providencial en al menos tres intervenciones claras: un cabezazo de Kike García, un disparo de Roberto y una falta directa de Pere Milla. También Dmitrović respondió en el otro área con una gran parada ante Ilic en el primer acercamiento ovetense. La segunda parte comenzó con una acción aislada del Oviedo que pudo cambiar el guion: disparo de Reina al palo a los pocos segundos de la reanudación. Sin embargo, el Espanyol mantuvo el control del juego y volvió a rondar el área rival con peligro. El primer tanto del encuentro llegó en el minuto 72 tras una jugada caótica dentro del área pequeña, en la que Kike García remató a ras de suelo y Escandell pareció detener sobre la línea. El VAR revisó la acción y determinó que el balón había entrado. Gol legal y 0-1 para los visitantes. Manolo González introdujo cambios para fortalecer el bloque con las entradas de Roca, Pickel, Urko y Omar El Hilali. Precisamente, el lateral catalán fue protagonista en el segundo tanto, asistiendo desde la derecha a un Pere Milla que definió con serenidad dentro del área para establecer el 0-2 definitivo en el minuto 82. El Real Oviedo, sin recursos para reaccionar, apenas inquietó a Dmitrović en el tramo final. Más allá del resultado, el Espanyol volvió a exhibir una identidad sólida, con una estructura colectiva bien definida y futbolistas que asumen con naturalidad sus roles dentro del sistema. Riedel cuajó un partido sobresaliente en defensa, Kike García volvió a ser decisivo y Pere Milla continúa sumando goles en momentos importantes. El equipo se afianza en la parte alta de la clasificación y llegará con confianza al encuentro del próximo sábado 25 de octubre ante el Elche, una cita especial en la que se conmemorará el 125 aniversario del club en el RCDE Stadium.