La noche del 3 de marzo de 2025, en Vila-real, fue una de esas que se quedan grabadas en la memoria… pero por lo mal que acabó. Los jugadores del Espanyol y del Villarreal estaban ya en el túnel de vestuarios, listos para saltar al césped, con más de 10.000 almas en la grada del Estadio de la Cerámica, cuando llegó el jarro de agua fría: el partido se suspendía. Ni un minuto se jugó. La decisión cayó como un mazazo para ambos equipos, que veían cómo el calendario se les complicaba.
Y, claro, han pasado casi dos meses desde entonces y no es que todo siga igual. Más bien, todo lo contrario. Lo que iba a ser la 26ª jornada de Liga se jugará este domingo, con los dos equipos en situaciones bastante distintas a las de aquella noche. Y sí, la elección de la fecha final para jugar este encuentro también trajo cola, pero eso ya es otra historia…

El Espanyol, de mirar abajo a soñar en grande
Si aquella noche el Espanyol ya venía en buena dinámica con Manolo González al mando, con el descenso a cuatro puntitos, ahora la cosa pinta bastante mejor. En los últimos siete partidos, los pericos han rascado 12 puntos (tres victorias, tres empates y una derrota). Eso les ha dado gasolina para soñar en grande, y aunque hace dos meses parecía que pelear por la Conference League era una quimera, ahora mismo no suena tan loco. Un par de resultados más y, quién sabe, igual se meten de lleno en la pelea por Europa; de hecho, están más cerca de esa anhelada plaza que del descenso.

As ha echado cuentas para ver cómo han cambiado las cosas en este tiempo. Como explica el diario, el Espanyol es esta mini-liga de siete partidos el sexto mejor equipo de Primera. Pero lo más loco es que, fuera de casa, los pericos son casi de Champions: segundos mejores visitantes, con siete puntos a domicilio, logrados con dos triunfos, un empate y la misma derrota en tierras baleares.
El Villarreal, de tener a tocar la Champions a mirar por el retrovisor
Mientras tanto, el Villarreal, que llegaba lanzado aquel 3 de marzo, ha tenido un bajón considerable. Cuatro victorias y dos empates en las seis jornadas previas les habían dejado a cuatro puntos del Athletic Club, que ocupaba la cuarta plaza. Todo parecía ir sobre ruedas para los de Marcelino, con la Champions al alcance. Pero desde entonces solo han sumado ocho puntos (dos victorias, dos empates y tres derrotas), y lo que es peor: aquella quinta plaza que tenían asegurada con nueve puntos de ventaja sobre Betis, Rayo y Mallorca, ahora peligra bastante. Tanto, que el Betis ya les ha pasado provisionalmente por delante, y el Celta está ahí, al acecho, apretando. Vamos, que la cosa se ha puesto fea.
Tal y como recoge As, en este margen de siete partidos serían decimoquintos y si hablamos solo de La Cerámica, la cosa no mejora: seguirían decimoquintos, con dos puntos (dos empates y una derrota) y, sin haber vuelto a ganar en casa.
Así que, si miramos los números, está claro quién llega con mejores sensaciones.
Los onces de Espanyol y Villarreal: entre lo que fue y lo que será
El día de la suspensión ya estaban anunciadas las alineaciones. Por el Espanyol, Manolo González había apostado por Joan García; El Hilali, Cabrera, Kumbulla, Romero; Král, Urko, Pol Lozano, Jofre; Puado y Roberto. Ese mismo once venía de ganar en Mendizorroza al Alavés, ojo.

Pero claro, en dos meses cambian muchas cosas. Expósito, que tras salir de un año de recuperación tras pasar el quirófano aún estaba con la gasolina justa por lo que por entonces casi no contaba y ni siquiera jugó ante el Alavés, ha aprovechado su momento y ha acabado sentando a Král en el banquillo. Lo ha hecho con todo merecimiento. Además, hay debate en la banda derecha: Jofre era indiscutible en marzo, pero Antoniu Roca ha ido ganando galones y ahora mismo está en la pelea por ser titular.
En el Villarreal también hay novedades. Aquel día, Marcelino tenía a Ilias Akhomach y Gerard Moreno como únicas bajas. “Creo que es el momento de la temporada que menos”, había dicho Marcelino con una sonrisa en la previa, refiriéndose a las ausencias. Pues mira tú por dónde, este domingo puede tener hasta cinco bajas. Mala suerte. Aquel once titular era Conde; Foyth, Kambwala, Costa, Cardona; Parejo, Gueye, Baena, Pepe; Yeremy y Ayoze. Entre lesiones y otras historias, lo más seguro es que a Marcelino le toque ajustar piezas.
Y ahora, ¿qué?
Así que, este Villarreal – Espanyol es un partido completamente diferente al que debió jugarse en marzo. El Submarino Amarillo ya no navega tan tranquilo, y los pericos, que entonces solo buscaban alejarse del pozo, llegan con la ilusión de engancharse al tren europeo.

Que nadie se engañe: este partido puede ser decisivo para ambos. Para el Villarreal, porque necesita frenar la caída y asegurarse la Champions. Para el Espanyol, porque está ante una de esas oportunidades de oro para seguir soñando. Dos meses después, el duelo sigue siendo el mismo… pero los protagonistas llegan con caras muy distintas.
