Desde el pasado 8 de noviembre, los bares que se encuentran frente al RCDE Stadium, justo en la avenida del Baix Llobregat, están obligados a cerrar dos horas antes del inicio de cada partido del Espanyol. Se trata de una medida impuesta por el Ayuntamiento de Cornellà después del atropello múltiple ocurrido hace cinco meses en esa misma zona. Según explican desde el consistorio, el objetivo es “mejorar la convivencia en los días de fútbol”.
La tenienta de Alcaldía, Emília Briones, lo resumía así: “El fútbol al final es pasión, no embriaguez”. Y defendía que con esta decisión se intenta evitar “acumulaciones en el espacio público”. Pero, mientras se apela a la convivencia, los bares afectados han visto cómo esta decisión les cortaba en seco uno de los días más importantes de su semana. Algunos aseguran que los partidos representan la mitad de su facturación mensual.

VOX presenta una moción en el pleno municipal de Cornellà
Viendo el malestar creciente entre los hosteleros, el grupo municipal de VOX en Cornellà ha registrado una moción que se debatirá en el pleno de este miércoles. Lo que piden, básicamente, es revisar la decisión, escuchar a los afectados y, si no hay vuelta atrás, compensarlos.
Iván Cánovas, portavoz de VOX en la ciudad, lo explicó así: “Garantizar la seguridad es fundamental, pero no se puede hacer vaciando los bares y dejando sin trabajo a familias enteras”. Critican que no ha habido informes económicos ni reuniones previas, y que todo se ha decidido sin tener en cuenta las consecuencias reales.

Reivindicación de los bares afectados, que se sienten señalados
Muchos de los bares de esa zona llevan años operando, algunos incluso desde antes de que se construyera el estadio. Y para ellos, los días de partido son oxígeno a nivel de caja. En declaraciones recogidas por El Periódico, algunos dueños confesaban que si les obligan a cerrar, se quedan sin margen para mantener su negocio. Incluso hay casos de locales que ya han tenido que despedir personal por la caída en la facturación.
Además, no entienden por qué solo se aplica en esa calle y no en otras zonas cercanas al estadio, donde también hay bares. Y muchos coinciden en que lo que se necesita es cerrar al tráfico la avenida, algo que vienen reclamando desde hace años las peñas del Espanyol. Un modelo que ya funciona en muchos estadios de Primera y que, dicen, evitaría este tipo de medidas más drásticas.
Las propuestas concretas de Vox
La moción que presentará VOX recoge tres medidas concretas:
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Revisión del plan de movilidad en la zona de Riera durante los partidos, con una mesa de trabajo que incluya a técnicos municipales, vecinos y hosteleros.
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Compensaciones económicas o fiscales para los bares obligados a cerrar, ya sea en forma de bonificaciones o descuentos en tasas municipales.
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Exigir informes de impacto económico antes de aplicar medidas que limiten la actividad comercial.
VOX #Cornellà propone compensar a los negocios por las pérdidas generadas al obligarles a cerrar los días de partido en el #RCDE Stadium. @ivcanovas “Garantizar la seguridad es fundamental, pero no se puede hacer vaciando los bares y dejando sin trabajo a familias enteras”.…
— VOX Barcelona (@vox_barcelona) November 19, 2025
Desde VOX aseguran que seguirán defendiendo a estos pequeños negocios y que este tipo de decisiones no se pueden tomar sin valorar antes el daño que pueden provocar.
Un conflicto aún sin resolver
De momento, el Ayuntamiento mantiene la medida y no ha dado señales de marcha atrás. Así que los partidos que el Espanyol jugará próximamente en casa se verán afectados por esta restricción, que impide a los bares abrir justo cuando deberían estar llenos de aficionados.
La tensión no solo está entre los propietarios. Muchos pericos se sienten señalados por una decisión que criminaliza a toda una afición por un hecho puntual del que, además, fueron las únicas víctimas. La sensación de muchos es que se está pagando justo por pecadores.
El debate sigue abierto. Veremos si esta propuesta sirve para abrir un diálogo real que busque soluciones más justas y que, como mínimo, escuche a quienes llevan años abriendo la persiana cada día frente al RCDE Stadium. Porque si el problema es el de siempre -aglomeraciones en una vía con tráfico-, la solución quizás no pase por castigar a quien simplemente vende cafés o cervezas y a sus clientes en los días de encuentro.
