Xabi Alonso afrontó la previa del Real Madrid – Espanyol con la tranquilidad que dan los resultados. Su equipo llega al duelo como líder invicto y con la moral reforzada tras ganar en Anoeta en condiciones muy complicadas: una hora con diez hombres y, aun así, resistiendo el arreón de la Real Sociedad. Fue un triunfo que mostró la versión más seria de su Madrid, capaz de refugiarse atrás y aguantar con oficio cuando el partido lo exigía.
En ataque, todas las miradas estarán puestas en Mbappé, que atraviesa un momento de forma imparable. El francés suma goles, asistencias y genera peligro cada vez que pisa el área, confirmándose como la gran referencia del inicio liguero. Los blancos buscan prolongar el pleno de victorias en el Bernabéu y mantener el liderato antes de una semana de alta exigencia, sabiendo que enfrente tendrán a un Espanyol en racha, invicto y con la moral por las nubes tras la victoria épica frente al Mallorca.
A 24 horas del partido, Xabi Alonso compareció con su tono calmado de siempre, aunque dejando claro que lo de mañana en el Bernabéu no será ningún paseo. “El Espanyol viene en buen momento, nosotros estamos con ganas de prolongar la fase en la que estamos, de hacer mejor las cosas y mañana nos espera un partido exigente. Jugamos en casa y queremos completar un partido bueno”, resumió el técnico blanco, poniendo el foco en lo que realmente importa: los tres puntos.
El entrenador no escondió que la visita del Espanyol le obliga a tener a su plantilla enchufada. No quiso hablar de favoritismos ni de rachas históricas, sino del aquí y el ahora. “Hemos hecho primeras partes buenas y las segundas han estado condicionadas por las tarjetas. El poder ser durante fases más largas de partido tener esa sensación de control. Necesitamos tener estabilidad en el juego y eso nos va a dar estabilidad emocional para no estar demasiado excitados”, comentó, consciente de que los blanquiazules llegan invictos y con la moral disparada.
Sobre Vinicius, que arrastra molestias, Xabi transmitió cierto optimismo, aunque con cautela: “Yo le veo bien. Verlo de fuera es muy diferente. Ayer todavía le veías un poco más que no era el momento de hablar con él pero hoy ya estaba con una sonrisa y al acabar el entrenamiento hemos hablado un poquito. Ha terminado con buenas sensaciones y mañana ya veremos”. Mensaje claro: el brasileño está mejor, pero será decisión de última hora.
También habló de Camavinga y Bellingham, que vuelven a escena tras problemas físicos. “Puede ser, hay que ver el contexto del partido. Endrick entrará en la convocatoria y hasta el parón son cinco partidos así que es buena noticia que tengamos a Edu (Camavinga) y a Jude de vuelta”, explicó. Sobre Fede Valverde fue tajante: “La idea es que Fede juegue en el centro del campo. El otro día le dio al equipo lo que necesitaba y luego es fundamental en nuestro sistema por lo que nos da con y sin balón. Ojalá nunca tenga que jugar como lateral derecho pero eso nunca se puede saber”.
Respecto a Mbappé, Xabi quiso rebajar expectativas de que siempre vaya a ser titular: “Hay muchos partidos y seguro que hay uno en el que no va a ser titular. Es imposible que un jugador juegue todo. Kylian es muy importante pero habrá algún día en el que no juegue también”.
El técnico también lamentó no poder contar con Dean Huijsen tras la sanción que se mantiene: “Por una parte no me sorprende y evidentemente me hubiese gustado que la decisión hubiese sido otra. Me hubiese gustado tenerle para mañana. Si ha aceptado un error pues debería tener sus consecuencias pero parece que no ha sido así. Vamos a dejarlo ahí”.
El técnico blanco no entró en comparaciones ni quiso ponerse etiquetas. Cuando le preguntaron por los líderes de su plantilla, prefirió repartir galones: “Para mí hay muchos jugadores importantes dentro de la plantilla por nivel, experiencia y recorrido. Vinicius es uno de ellos, Kylian otro. Jude, Fede, Carva… esas etiquetas que queremos poner ahora mismo yo no entro ahí. Necesito hacer un equipo en el que todos se sientan importantes”.
Y lo que queda claro es que Alonso no se distrae ni con el pasado ni con lo que pueda venir más adelante. Habló de Mourinho, de Rodrygo, de insultos en el fútbol… pero cada vez volvía al mismo punto: el Espanyol y el partido de mañana. Porque sabe que el liderato se defiende en el campo, y porque, como él mismo repitió, será un duelo “muy exigente”.