Después de que Theo Custers fuera el único representante del Espanyol en el Mundial de España 1982, hubo que esperar ocho años para que otro futbolista perico participara en una Copa del Mundo, ya que ningún jugador blanquiazul estuvo presente en México 1986. El siguiente miembro del RCDE que jugó este torneo fue Thomas N’Kono, que fue convocado con Camerún para Italia 1990.
Esta edición del Mundial fue la segunda que disputó Thomas N’Kono, que ya se había lucido en España 1982, donde sus buenas actuaciones le llevaron a fichar por el Espanyol. El combinado camerunés llegó a la Copa del Mundo de Italia con un ambiente muy enrarecido pese a haber sido campeones de África en 1984 y 1988. El seleccionador que había conseguido esos dos títulos con los leones indomables, France Le Roy, abandonó su cargo en 1988 y el siguiente entrenador del conjunto africano fue el soviético Valeri Nepomniaschi. Este técnico nunca llegó a tener una buena relación con los jugadores, entre otras cosas, porque no hablaba el mismo idioma que ellos. El primer torneo de Camerún con el nuevo míster fue la Copa de África de 1990 y el resultado no pudo ser peor: fueron eliminados en la fase de grupos. Un mal precedente para la cita mundialista que se jugaría unos meses después.
Thomas N’Kono fue convocado para el Mundial 1990, pero le costó decidir si asistir al torneo por varios motivos. Primero, porque debía perderse el final de la temporada del Espanyol, que estaba en Segunda División por aquel entonces y jugándose el ascenso. Además, el meta perico tampoco estaba muy contento con su situación en Camerún, ya que el portero titular solía ser Joseph-Antoine Bell, y su relación con el seleccionador Valeri Nepomniaschi era nefasta. Sin embargo, N’Kono hizo de tripas corazón y acabó acudiendo a la Copa del Mundo. El cancerbero tuvo que ausentarse de los dos últimos partidos de liga del RCDE y también del play-off de ascenso que tuvo que disputar el conjunto perico al no conseguir acabar la temporada entre los dos primeros clasificados y subir de forma directa.
Todo apuntaba a que Thomas N’Kono iba a ser suplente con Camerún en el Mundial 1990, pero todo cambió a falta de un día para el estreno de los africanos en el torneo. Los jugadores cameruneses se enzarzaron en un conflicto con su federación por la forma en que se repartirían las primas obtenidas por la participación en el campeonato. Ambas partes acabaron resolviendo el problema con una única consecuencia: Joseph-Antoine Bell fue castigado con la pérdida de la titularidad en detrimento de Thomas N’Kono.
Camerún debutó en la Copa del Mundo enfrentándose en Milán a la vigente campeona, la Argentina de Diego Armando Maradona. Para sorpresa de todo el mundo, el combinado africano se impuso a la albiceleste por 1-0. Los leones indomables se quedaron con diez en el 61’ por la expulsión de André Kana-Biyik, pero fueron capaces de abrir el marcador tres minutos después por medio de François Omam Biyik. El equipo de Valeri Nepomniaschi llegó a jugar con nueve durante el tiempo de descuento después de que Benjamin Massing viera otra roja. No obstante, los cameruneses lograron mantener su ventaja hasta el final.
El segundo compromiso de Camerún fue ante Rumanía en Bari. Thomas N’Kono afrontó este partido cuatro días después de recibir la buena noticia de que el Espanyol había logrado regresar a Primera División tras imponerse al Málaga en la final del play-off de ascenso. La alegría fue doble para el meta perico porque los leones indomables volvieron a ganar en la segunda jornada del Mundial. Esta vez vencieron por 2-1 gracias a dos goles de Roger Milla, futbolista de 38 años que entró en la convocatoria por exigencia del presidente del Gobierno camerunés, Paul Biya (que sigue ejerciendo el mismo cargo a día de hoy). Ambos tantos llegaron entre el 76’ y el 86’. Gavriel Ballint acortó distancias en el 88’, pero el marcador no volvería a moverse y los hombres de Valeri Nepomniaschi aseguraron su pase a octavos.
Quizás, Camerún se relajó demasiado en la última jornada de la fase de grupos, donde perdió en Bari por 0-4 ante la URSS por culpa de los goles de Oleg Protasov, Andrei Zygmantovich, Aleksandr Zavarov e Igor Dobrovolski. Sin duda, este fue el día más duro para Thomas N’Kono en Italia 1990. A pesar de este resultado, los africanos fueron primeros de grupo y los soviéticos quedaron eliminados.
Los leones indomables se vieron las caras con Colombia en Nápoles en los octavos de final. El duelo llegó sin goles hasta la prórroga, donde Roger Milla volvió a ser el héroe del encuentro. El delantero camerunés anotó dos goles, el segundo de ellos tras quitarle el balón de los pies al portero colombiano, René Higuita. Ambas dianas encarrilaron el pase de Camerún, que tuvo que sufrir en los últimos minutos después de que Bernardo Redín acortara distancias. Sin embargo, el equipo africano acabó convirtiéndose en el primer equipo de su continente en acceder a unos cuartos de final del Mundial
El rival de los cameruneses en cuartos de final fue Inglaterra en un duelo disputado, de nuevo, en Nápoles. El equipo de Valeri Nepomniaschi puso fin a su andadura en el campeonato en este encuentro, tras perder por 3-2. El partido fue vibrante. David Platt adelantó a los británicos en la primera mitad. Camerún dio la vuelta al marcador entre el 62’ y el 65’ gracias a un gol de penalti de Emmanuel Kundé y otra diana de Ebelle Ekéké. No obstante, el destino fue cruel con los leones indomables. Gary Lineker empató desde los once metros en el 83’ y volvió a marcar desde el punto fatídico en la primera parte de la prórroga para transformar 3-2 definitivo. Ambos penaltis fueron muy protestados por los jugadores africanos. El segundo de ellos fue cometido por Thomas N’Kono, que siempre ha asegurado en entrevistas posteriores que fue Gary Lineker quien se abalanzó sobre él en esa jugada para provocar la pena máxima. Fuera como fuera, los cameruneses se despidieron del torneo recibiendo una gran ovación del público mientras daban la vuelta de honor al estadio de San Paolo y ganándose los elogios de la prensa internacional.
La eliminación de Camerún no fue la única mala noticia que recibió Thomas N’Kono antes de marcharse de Italia. El meta se enteró allí mismo de que el Espanyol había fichado a Vicente Biurrún como portero y que no tenía previsto extender el contrato del camerunés, que finalizaba ese mismo verano. La directiva del club blanquiazul, presidida por Julio Pardo, alegó que Thomas N’Kono no había contestado a su oferta de renovación y que, por tanto, entendían que el portero no quería seguir en el RCDE. De esta manera, el futbolista africano puso fin a una etapa de ocho temporadas como perico en las que jugó 214 duelos y siguió su carrera en el CE Sabadell.