Primer encuentro tras el parón y mismas sensaciones que antes de este. El Espanyol perdió por la mínima ante el Torino CF en un partido resuelto por Miranchuk, con un disparo colocado ante el que nada pudo hacer Álvaro Fernández. La basculación del cuadro italiano, la cual ya habíamos visto en jugadas anteriores que estaba siendo un problema para los de Diego Martínez, acabó dando el gol que a la postre sería definitivo. Un rápido ataque cambiando de lado el balón, Keidi Bare se pasa de frenada y tiro imparable del ruso. Y, pese a las intentonas y buenas intenciones pericas, se acabó.
Porque el duelo contra el Torino CF fue prácticamente un calco de la primera prueba de pretemporada contra el Montpellier Herault, con la diferencia que los de Ivan Juric tienen más calidad. Y ello fue lo que decantó la balanza a favor del cuadro ‘granata’.
Presión alta e intensidad, las señas de un Espanyol que sin Darder estuvo falto de ideas en la zona de creación. Algún destello -pocos- de Nico Melamed y un Joselu que más vale que no se nos costipe, porque sin él lo tenemos crudo: el ariete blanquiazul lo hace todo y solo le faltó el gol.
¿El resto? Muy buena actitud, buenos deseos y poco más. Todos en su línea: Óscar Gil muy participativo, Sergi Gómez sin acabar de estar presente, Leandro Cabrera bien en defensa pero negado en la salia de balón, Keidi Bare con un pulmón de más y muy voluntarioso, Vini Souza haciendo de ancla… Y poco o nada de Lazo y Dani Gómez. Lo mejor del duelo, los debuts de Roger Martínez y Abde.
En definitiva, más de lo mismo. Y eso preocupa, porque tengo mis dudas de si con esto le llega al equipo. Con razón Diego Martínez volvió a reclamar fichajes en su improvisada rueda de prensa tras el encuentro. Ya hemos perdido la cuenta de las veces que los ha reeclamado y cada vez se hace más real la opción de que todo lo que le explicaron para que llegara al banquillo del Espanyol era ‘fer volar coloms’.
Quedan nueve días para el primer encuentro oficial y 20 para la visita al Camp Nou en el regreso de LaLiga. Ya pueden ponerse las pilas los muchachos de Diego Martínez, porque van a tener que sudar mucho para voltear las sensaciones y, por qué no decirlo, la situación. Y recen, recen lo que sepan para que Domingo Catoira acierte en los refuerzo invernales. Se necesitan más que nunca.