El Espanyol ha anunciado a través de un comunicado su decisión de impugnar ante la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el derbi que disputó contra el Barça el pasado sábado 31 de diciembre. El conjunto blanquiazul ha denunciado que su rival incurrió en alineación indebida dada la participación de Robert Lewandowski en el encuentro, que acabó con empate uno.
El delantero polaco jugó este enfrentamiento pese a estar sancionado con tres partidos por haber sido expulsado en la anterior jornada y haber menospreciado a los árbitros. Sin embargo, el atacante no cumplió este castigo porque el Tribunal Central Contencioso de Madrid concedió una medida cautelar al futbolista. Esta decisión sorprendió a todo el mundo del fútbol por dos motivos. Primero, porque supuso la primera vez que la justicia ordinaria levanta una penalización a un futbolista. Segundo, porque la sanción de Robert Lewandowski había sido ratificada por los Comités de Competición y Apelación de la RFEF y también por el Tribunal Administrativo Deportivo.
El RCDE considera que la medida cautelar que el Tribunal Central Contencioso de Madrid otorgó al futbolista del Barça “se sustenta en una resolución precipitada y con carencias jurídicas evidentes”. Ante su disconformidad con esta decisión judicial, el club blanquiazul asegura que “utilizaremos todos los recursos a nuestro alcance para defender nuestros intereses y los de nuestros aficionados”. Asimismo, la entidad perica denuncia que el hecho de recurrir una sanción ante la justicia ordinaria, como hizo el Barça, sienta un precedente muy peligroso en el fútbol español: “Esta flagrante injusticia pone en riesgo la esencia de nuestra competición”.
En el caso de que la Real Federación Española de Fútbol de la razón al Espanyol, el equipo de Diego Martínez sería considerado ganador del último derbi por un resultado de 0-3. No obstante, esta posibilidad es muy remota porque el Barça siempre puede alegar que alineó a Robert Lewandowski porque existía una sentencia judicial que así lo permitía.