Seguimos con el repaso de la cantera blanquiazul en los últimos años tras los dos primeros capítulos en los que analizamos los fichajes de la actual direccicón deportiva del fútbol base en los tres cursos que lleva en el club y las pocas oportunidades a los jugadores de la casa en las últimas campañas. Y en esta ocasión repasaremos los jugadores formados en el fútbol base blanquiazul que no quiso el Espanyol y que se encuentran en Primera división.
Son varios los jugadores que han pasado por la cantera del Espanyol que no han contado para el primer equipo y que han hecho carrera en otros conjuntos de la élite. La mayoría de ellos tocaron el primer equipo, pero otros han triunfado sin necesidad de jugar en Primera división con el Espanyol.
Estuvieron en el primer equipo pero tuvieron que salir porque no se contaba con ellos jugadores que actualmente no le vendrían nada mal al Espanyol. Clerc (Elche CF), Raillo (RCD Mallorca), Pipa (Olympiakos) y Joan Jordán (Sevilla CF). También un Pol Llonch (Willem II) que este curso se encuentra en la segunda división neerlandesa tras descender la pasada campaña, pero que ha hecho carrera en la Eredivisie: suma 106 partidos en tres temporadas, siendo capitán del conjunto de Tilburgo.
Otros canteranos pericos que están en la élite pero que no tuvieron acceso al primer equipo e hicieron carrera lejos del Espanyol son Edgar Badía (Elche CF, un partido de Copa del Rey con el primer equipo perico), Carles Soria (PAS Giannina, Grecia), Edgar González (Betis), Zou Feddal (Valladolid), Mariano (Real Madrid) y el último de ellos, Ferran Jutglà (Brujas).
De todos los citados, solo dejaron dinero en las arcas pericas Joan Jordán, que en la campaña 2017-18 salió traspasado a la SD Eibar a cambio de poco más de un millón de euros, y Pipa. El Hudersfield pagó alrededor de 500.000 euros en el curso 2020-21 por el lateral diestro.
Todos ellos están en activo e incluso algunos, como Joan Jordán o Ferran Jutglà, han llegado a disputar competiciones europeas. Cada uno con sus circunstancias, pero la realidad es que el Espanyol un día los tuvo y no los supo valorar como se debía. Se tuvieron que buscar la vida lejos de su casa y les ha ido muy pero que muy bien.