El Congreso de los Diputados ha dado el visto bueno a la última reforma de las pensiones, que promete ofrecer los incentivos más atractivos a quienes decidan postergar su jubilación. Las nuevas medidas, que se implementan a partir del próximo mes de abril, persiguen incentivar la postergación de la jubilación y aumentar la flexibilidad de las modalidades de jubilación parcial y activa.
Esta medida reformista, que cuenta con el apoyo de sindicatos, empresarios y de la mayor parte de los grupos parlamentarios, establece además medidas técnicas encaminadas a facilitar la compatibilidad entre trabajo y pensión. Esta reforma, que se encuentra expuesta en el Real Decreto-ley 11/2024, intentará adaptarse a las necesidades de los futuros jubilados, que están marcados principalmente por la generación del baby boom.
Ingresos por retrasar la jubilación
Una de las cuestiones más destacadas de este cambio legislativo es el aumento de los incentivos económicos para quienes decidan posponer su jubilación. En la actualidad, por a postergar en el tiempo su jubilación un año, el primer año ya se percibía un incremento de un 4% para la pensión de jubilación. A partir de la nueva normativa, posteriormente desde el segundo año de postergar la jubilación, la bonificación se establece por periodos semestrales, sumando un 2% cada seis meses.
Estas mejoras permiten a los trabajadores compatibilizar su ingreso de tres formas distintas; de modo que puede percibir un único pago que puede moverse entre los 5.000 y los 12.000 euros, un aumento de la pensión mensual o una mezcla de las dos.
Este enfoque busca fundamentalmente disminuir el impacto que supondrá el próximo retiro masivo de la generación del baby boom, que da derecho a pensiones por un importe mayor que el de las pensiones que se están generando en estos momentos.
Cambios en la jubilación activa
La jubilación activa, que permite combinar el salario y la pensión también se ve favorecida de ciertos cambios. Una de las nuevas cuestiones más relevantes es que ya no será necesario acreditar una carrera completa de cotización para acceder a este modelo laboral. Tal cambio beneficiará principalmente a las mujeres, cuyas trayectorias laborales suelen ser más breves que las de los hombres. Aunque se produce el mantenimiento de la exigencia de trabajar un año tras haber alcanzado la edad ordinaria de jubilación sin percibir la pensión, los porcentajes que se pueden poder recuperar irán aumentando de manera progresiva.
Así por ejemplo, los autónomos sin asalariados que inicialmente podrán compatibilizar el 45% de su retiro, verán como este porcentaje irá aumentando a lo largo de los años hasta llegar al 100%. Por su parte, los autónomos con empleados también podrán beneficiarse de bonificaciones que se les generen siempre y cuando mantengan contratos indefinidos en sus empresas.
Ventajas de la jubilación parcial
La jubilación parcial, pensada para aquellos trabajadores que quieran reducir su jornada laboral previamente a jubilarse, también tiene prestaciones en esta reforma. Hasta ahora era posible acceder a esta modalidad tres años antes de la edad ordinaria, frente a los dos años que daba la ley. Con la nueva ley, el primer año la reducción de jornada deberá ser entre un 20% y un 33%, mientras que en el segundo año puede llegar a ser del 75%.
Asimismo, se flexibiliza el contrato del trabajador relevista que debe ser indefinido y a jornada completa, pero que se puede cambiar. Otra novedad importante a tener en cuenta es la posibilidad de que el trabajador con jubilación parcial pueda acoplar su jornada laboral en la forma establecida con la empresa, aumentando las posibilidades de poder planificar su jubilación parcial.
Con estas medidas el Gobierno trata de equilibrar el sistema de pensiones ofreciendo incentivos más potentes para alargar la vida laborar y que sean beneficiosos para los trabajadores y para el sistema en conjunto.
